Ya que no logró alcanzar en su día el trono de España, la nieta
mayor del Caudillo, que en gloria esté, se ha propuesto proclamarse
reina de la telebasura nacional, rivalizando con la Esteban.
Así lo confirman sus úlltimas comparecencias televisivas en las
que no se ha conformado con ir más allá de la desvergüenza,
sino que ha cruzado los límites del bochorno, con el descarado
aplomo de quien se considera por encima del bien y del mal.
"Una cosa te digo: esa será muy fisna, pero no tiene ni media
guantá", ha rezongado Belén, torciendo el morro más de lo habitual.