No es ningún secreto a estas alturas mi debilidad por las cancioncillas yeyés de los años sesenta, en especial por las interpretadas en italiano y francés. A mediados de aquella década, en Francia, una remesa de jovencitas pop inundaban las listas de éxitos con temas, a veces, demasiado fáciles e insustanciales, pero frescos y de gran impacto. A las Hardy, Vartan, Sheyla...se les unió la mas inocente y virginal de todas, una jovencita rubia de 16 años que deslumbró a media Europa triunfando en el (entonces prestigioso) festival de Eurovisión, para después escandalizar (y escandalizarse) por obra y gracia del controvertido, fascinante y prepotente Pigmalion, que fue Serge Gainsbourg. Debo reconocer, que, al igual que me pasa con Françoise Hardy, adoro casi todo su trabajo y no consigo ser imparcial, de todos modos intentaré contaros su historia sin dejarme llevar por la pasión.
Isabelle Geneviève Marie Anne Gall fue a nacer en París en octubre de 1947, con tan sonoro nombre y naciendo en la ciudad luz, el destino debía guardarle alguna sorpresa agradable. Su camino estuvo ligado al mundo de la música desde su mismo nacimiento, su padre Robert Gall, era un letrista que compondría en un futuro temas como "La Mamma" para Charles Aznavour, su madre Cécile Berthier era hija de Paul Berthier (co-fundador del coro Les Petits Chanteurs à la Croix de Bois), por lo que también es prima de Vincent Berthier (Centre de Musique Baroque de Versailles) y del guitarrista Denys Lablé, ademas sus dos hermanos Claude y Patrice, tocaban el bajo y la guitarra respectivamente. En fin, que en una familia de artistas como la suya, vieron con buenos ojos que la pequeña quisiera dedicarse al mundo del espectaculo con tan sólo 15 años, aprendió pronto a tocar el piano y la guitarra. Pero fue su padre, quien al escucharla cantar, la animó a grabar algunos temas, que él mismo envía al director artístico de Phillips, Denis Burgeois, quien rápidamente la convoca para una audición en el Teatro de los Campos Elíseos de Paris. Así de rápido comienza la carrera de la joven Gall, tras aquella audición, Burgeois le consiguió un contrato en su compañía, donde enseguida comenzaron a buscar temas que vinieran bien a la joven artista.
En Phillips le asignan al compositor Serge Gainsbourg, un talento en alza que ya había conseguido algún éxito para Michele Arnaud o Juliette Grecó, junto a él y el músico de Jazz Alain Goraguer, saca su primer single "Ne sois pas si bête", que suena por primera vez en las emisoras el dia de su 16 cumpleaños y llegó a vender más de 200.000 copias. Abandona definitivamente sus estudios, y con su segundo single "Ne ecoute pas les idoles", consigue estar dos semanas seguidas en el top francés. En esta época comienza a hacer sus primeras actuaciones en directo, abriendo los conciertos de Sacha Distel. La popularidad de la Gall sube como la espuma, su estilo limpio, inocente y fresco llama poderosamente la atención del publico, por lo que es seleccionada para representar a Luxemburgo (cosas que pasan) en el festival de Eurovision de 1965, en Nápoles. La canción elegida fue un tema de Gainsbourg, "Poupée de cire, poupée de son", que se convirtió en el primer tema en francés que ganara este premio. La belleza, la feminidad y la ternura de France en el escenario, enamoró de inmediato a los europeos, que ignoraban el doble sentido que Serge quiso imprimir al tema, criticando a las jóvenes estrellas, que cantan al amor sin conocerlo, muñecas de cera, adornos, en definitiva, mujeres florero.
Tras el arrollador éxito, continua su carrera con temas de Gainsbourg, letras aparentemente inocentes, pero que en realidad contenían subtextos de carga social y erótica, y entonces llegó "Les Sucettes"...Este tema marcó un punto y seguido en la historia (y madurez) de música francesa. France Gall estaba convencida que el tema trataba de una joven, Annie, a la que le gustaban las piruletas de anís, debía ser la única, sólo hay que ver a las bailarinas que le acompañaban para comprender de que habla. Frases como “cuando el azúcar de caña fluye por la garganta de Annie” o “por unos peniques (que en francés suena como pene) tiene su caramelo de anís” explican claramente el doble sentido de la composición. La canción fue un rotundo éxito, hasta que en unas semanas comenzaron los medios a "descubrir" el verdadero sentido del tema, todo el mundo pareció escandalizarse, y empezaron a escuchar con otro oído los temas que Gainsbourg había compuesto para la joven Gall. Todo esto pilló a la cantante de gira por Japón, se sintió traicionada y humillada, así que muerta de vergüenza, mandó a paseo al compositor.
Consigue algún éxito más, como "Bebé Requin" (co-escrito junto a Joe Dassin), pero paradojicamente, la carrera de ella se desploma vertiginosamente, mientras que la de Gainsbourg sube como la espuma. Tiene una larga etapa de altibajos artisticos, abandona Phillips y finalmente decide tomarse un descanso para aclarar sus ideas. Hasta 1974, año en el que une su talento al del cantante, pianista, compositor y productor Michel Berger, un artista que había sido fundamental en los 60 y que en los 70 se había convertido en un productor de referencia gracias a albums como "Amoureuse" de Véronique Sanson o "Message personnel" de Françoise Hardy. La relación pasó de profesional a personal, comenzaron un apasionado romance, y Berger compuso para ella un repertorio nuevo, distinto, para el regreso de la Gall al panorama musical. Aunque reconozco su merito, no es mi etapa preferida de la artista, éxitos como "La declaración d'amour", "Comment lui dire" o "Ella, Elle l'a" (dedicada a Ella Fitzgerald, y muy de moda estos ultimos años gracias a una nueva versión) devuelven a la artista a las listas de éxitos con bastante fortuna. En 1976, la pareja celebra su boda en París.
Sin embargo yo me quedo con la etapa de lolita inocente (que lo era) perfectamente manipulada por el pérfido (o inteligente genio) Serge Gainsbourg, la madurez de la etapa de los 70, no es comparable a la inteligente utilización de música, estilo y letras de los temas que la hicieron popular en Phillips durante los años 60. Viva la inocencia, viva la inteligencia, viva Gall, y viva Gainsbourg!!