En una rueda de prensa este miércoles en París, el titular de Interior ha contado que la Policía descubrió el domingo un arsenal de armas de guerra y que la documentación incautada en esa operación pone de manifiesto que la persona que tenía este material tenía la intención de perpetrar cuanto antes un atentado.
El hombre, un estudiante de Informática franco-argelino de 24 años de edad, presentaba una herida de bala en la pierna y había perdido mucha sangre. Según el relato del ministro del Interior francés, el joven explicó a la Policía que había sido víctima de un intento de extorsión pero los agentes no se creyeron su versión y siguieron el rastro de sangre hasta su vehículo, donde encontraron un fusil de asalto ‘Kalashnikov’, una pistola Sig-Sauer que le habría robado a un agente y varios brazaletes de la Policía.
Los agentes procedieron entonces a detener al joven, que reconoció que el coche era suyo, y continuaron con la investigación. En su residencia universitaria, la Policía encontró tres armas automáticas, una pistola, dos chalecos antibalas y luces intermitentes, además de una especie de plan cronometrado con anotaciones de varias comisarías parisinas y los tiempos para desplazarse de unos puntos a otros.
Al parecer, mató a una mujer de 32 años para robarle el coche y la policía también ha registrado el domicilio de su hermana, una musulmana radicalizada.
Más: Los servicios de Inteligencia franceses lo tenían fichado como “islamista radical peligroso” y todo indica que planeaba viajar a Siria para combatir nuevamente, como ya había en el pasado, junto a los yihadistas del Estado Islámico.
Y aún más: A la cuestión de por qué las autoridades sólo han revelado este plan y no los demás, lo justificó porque en el caso de Ghlam “se estaba preparando el paso al acto” y hubo una mujer asesinada, “una nueva víctima del terrorismo”, el domingo por la mañana en Villejuif, ciudad limítrofe con París.