La escapada matutina de este domingo pese al agotador sábado no podía perdérmela de ninguna manera, pues escuchar a este maestro francés es un lujo, y realmente el antiguo órgano de Santo Tomás restaurado para Soto, brilló como nuevo en las manos de Malliè. El retraso de casi media hora por causas propias, religiosas (misa con bautizo posterior puede que nos impidiese haber escuchado más programa (¡me faltó Bach!) y alguna propina, pero la hora ejecutada nos hizo quedarnos con ganas de más, aunque siempre suele ser buena señal, lo contrario no lo deseo nunca...
Pero todavía quedaba escucharle improvisar y donde Malliè es un auténtico genio como así fue con su "Homenaje a Debussy" primoroso de colores quasi orquestales redescubriendo el impresionismo en el órgano explotando todas las posibilidades tímbricas y expresivas no sólo de registración sino con una utilización del pedal dinámico (de volumen) adaptado a las obras en las que se inspiró para esta improvisación: partiendo del flautado del "Preludio a la siesta de un fauno" pudimos deleitarnos con momentos variados de "La mar", "Nubes", melodías de los "Preludes" de piano y siempre desde un magisterio no ya técnico sino armónico por respeto al original y lo que más me asombró, las combinaciones que mejoraron incluso la orquestación original.
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