La medida propuesta tenía una doble base: sanitaria y medioambiental. El aceite de palma es un aceite barato pero muy rico en grasas saturadas que son perjudiciales para la salud. Además, al aceite de palma se le culpa de promover la deforestación, ya que el aumento de zonas cultivables se hace a costa de la selva.
El portavoz del Comité de Asuntos Sociales de la Asamblea, Jean-Louis Roumegas (EELV), ha rechazado esta enmienda alegando que este tema, junto con una posible tasa al azúcar, debería tratarse en el futuro proyecto de ley de salud publica y no este en la ley de financiación de la Seguridad Social.
Con esta medida productos como la Nutella, margarinas, galletas que utilizan el aceite de palma en su fabricación tendrían que soportar una mayor carga de impuestos, los cuales generaría unos beneficios de 40 millones de euros al año para financiar la Seguridad Social.
Tras la aprobación en el Senado, se provocó la indignación de Malasia, gran productor de aceite de palma y de la empresa Ferrero, fabricante de la Nutella y gran consumidor de este tipo de aceite.
El Consejo malayo de aceite de palma, organismo encargado de su promoción, denunció que la medida era una agresión sin fundamento y que ponía en peligro el futuro de 240.000 pequeños agricultores, que dependen de esta actividad y de miles de empleos ligados a esta industria.
El Director General de la empresa Ferrero, Frédéric Thil, manifestó n una entrevista al diario Le Parisien, que aunque se aprobara este impuesto, no tenían previsto modificar la receta de la Nutella, que es la crema de untar favorita de los franceses, que se fabrica en Francia desde hace 50 años.
En los días, Ferrero ha lanzado una campaña publicitaria en los principales periódicos para informar que el aceite de palma no es malo para la salud.
En el mundo, el aceite de palma es la materia grasa más consumida, con más de 40 millones de toneladas por año (126.000 tn en Francia, de las que el 80% va destinado a la industria alimentaria).
Fuente: Agrodigital