Francisco garcía escalero, "el matamendigos"

Publicado el 07 abril 2015 por Orlok @afriasangre
Psicópata, esquizofrénico, necrófilo, sádico y agresor sexual, desde su infancia frecuentaba el cementerio de La Almudena donde prefería "jugar" con los muertos a hacerlo con los vivos. Vivió una vida mísera y oscura, esa oscuridad que tanto gustaba al joven Francisco, que con 14 años desaparecía de su hogar durante días. Además de los camposantos, concurría casas abandonadas donde se masturbaba contemplando a parejas de amantes, pero antes de volver a casa, regresaba al cementerio para alimentar su apetito sexual con los cadáveres.
En 1973, con 19 años de edad violó a una mujer, por lo que fue condenado a 11 años de prisión. Allí, en el penal, se permitía a los presos tener pájaros en sus celdas. A Francisco también le gustaban...pero muertos.
Su epitafio particular en vida lo lucía orgulloso en su piel: “Nacido para sufrir”, con él a cuestas cobra la libertad y Francisco García Escalero se hace muy amigo de las calles mendigando junto a compañeros de indigencia. Con el dinero que obtienen compran alcohol y pastillas, el cocktail que una vez ingerido será la fórmula que abrirá la puerta mental a los infiernos para Francisco. Una “fuerza interior” se apodera de él y unas voces diabólicas le ordenan que mate.
Su primera víctima fue Paula Martínez, una prostituta que ante la negativa de ésta para mantener relaciones sexuales, Escalero le asestó varias puñaladas, la decapitó y prendió fuego. El asesino se llevó su cabeza y la arrojó a un pozo. Al cabo de un año, asesina a Juan C. B., de 50 años, con el que paseaba por el parque de las Avenidas. Lo apuñaló y aplastó el cráneo. Le seguiría, Mario R. G., de 43 años. Otra víctima fue Ángel H. V., de 45 años, le asestó un golpe en la cabeza, le cortó las yemas de los dedos y lo semidecapitó cerca de unas vías del tren.
En mayo de 1989 en un descampado de la zona de Hortaleza de Madrid, Francisco le rebanó el cuello a otro mendigo. Mientras se desangraba, le cortó el pene y se lo puso en la boca, aun con vida.
En 1990 y en fechas distintas y a otros dos indigentes les golpeó la cabeza con una piedra, les propinó varios navajazos y les extrajo varias vísceras y órganos, seccionándoles además la cabeza, para arrojar seguidamente los cuerpos al mismo pozo que tiró el cuerpo de su primera víctima.
Siguió matando hasta el 9 de septiembre de 1993, fecha en la que asesinó a su última víctima, la onceava, un compañero del Hospital Psiquiátrico Provincial en el que habían estado ingresados ambos y de donde escaparon tres días antes. Esa noche se dirigieron a su cementerio de toda la vida, el de La Almudena, donde golpeó a Víctor Luis Criado dándole muerte para después quemar el cuerpo. Al día siguiente, Francisco volvería al Hospital Psiquiátrico y confesaría lo sucedido.
Francisco García Escalero fue juzgado en 1996 y declarado inimputable a causa de su enfermedad mental. Nunca más volvió a salir en libertad. En los últimos años estaba muy deteriorado. Finalmente, el martes 19 de agosto del 2014 fallecía en el hospital psiquiátrico de Fontcalent (Alicante) a la edad de 60 años.