Francisco, un lujo que se dió la humanidad...

Por Laideadedios

Cinco escenas que resumen el 2014 del papa Francisco

En su segundo año de pontificado, Jorge Bergoglio protagonizó momentos que sentaron las bases para los años futuros; su mediación en el acuerdo histórico entre Cuba y Estados Unidos, su mayor victoria  Durante su visita a Medio Oriente, el Papa insistió con su pedido de negociaciones de paz en el conflicto palestino-israelí. El mundo fue testigo este mes de la noticia más importante del año a nivel internacional: el restablecimiento de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Cuba. En simultáneo, sus habitantes conocían de cerca el mayor logro diplomático del papa Francisco en sus primeros 20 meses de pontificado.
Sin buscarlo, la cabeza actual de la Iglesia católica se convirtió en un protagonista de peso en la compleja trama entre dos países, con medio siglo de vigencia.
No obstante y pese al tenor de su intervención, no se trató del único hecho de 2014 para resaltar de su pontificado. Son varios los momentos que lograron coronar con éxito el año que ya se despide.

Canonización Juan Pablo II y Juan XXIII

Francisco encabezó la doble canonización de los pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII frente al papa emérito Benedicto XVI y ante más de un millón de peregrinos. Fue un día histórico y memorable. Muchos lo recuerdan como "el domingo de los cuatro papas". El 27 de abril, el papa Francisco encabezó la doble canonización de los pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII frente al papa emérito Benedicto XVI frente a más de un millón de peregrinos.
"Los santos Juan XXIII y Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano, porque en cada persona que sufría veían a Jesús", dijo Francisco, poniendo en la misma altura a los dos papas que supieron ser muy queridos, pero con dos perfiles muy distintos.
Al elevar al honor de los altares a Juan Pablo II, el "papa viajero" y, para muchos, hombre de posturas conservadoras, y a Juan XXIII, el "papa bueno" que modernizó el catolicismo con el Concilio Vaticano II, Francisco envió al mundo un mensaje de unidad en la Iglesia.
Al comenzar el pontificado de Francisco, en marzo de 2013, el proceso de canonización exprés de Juan Pablo II ya estaba prácticamente terminado. El proceso de Juan XXIII, en cambio, se encontraba estancado. Entonces, Jorge Bergoglio decidió canonizarlo pro gratia, es decir, en ausencia de un segundo milagro en su intercesión, que normalmente es necesario para llegar a ser santo.
El domingo 19 de octubre, el papa Francisco proclamó beato a Pablo VI, el papa que concluyó el Concilio Vaticano II.

Su viaje a Medio Oriente

Durante su visita a Medio Oriente, el Papa insistió con su pedido de negociaciones de paz en el conflicto palestino-israelí. El éxito del Papa en las gestiones para el conflicto más enconado de América fue la culminación de un año en el que el pontífice recorrió el mundo con su discurso a favor de la reconciliación, además de sus continuos llamados a la paz desde la Plaza San Pedro.
En un histórico viaje a Tierra Santa -donde además regaló una simbólica foto junto a un líder religioso judío y otro musulmán de la Argentina-, el Papa destacó que "musulmanes, cristianos y judíos reconocen a Abraham, si bien cada uno de manera diferente, como padre en la fe y un gran ejemplo a imitar".
Durante esa gira, en mayo pasado, Francisco insistió con su pedido de negociaciones de paz en el conflicto palestino-israelí y convocó para el mes siguiente a una reunión en el Vaticano entre el presidente israelí, Shimon Peres, y el palestino, Mahmoud Abbas. La esperanza que despertó aquella cumbre fue destruida poco después, con la guerra en la Franja de Gaza, en el que el Papa intentó intervenir con fuertes llamados al cese de la violencia.
Más tarde, en Seúl, Francisco también llamó a la reconciliación a las dos Coreas, divididas desde hace más de medio siglo, y también viajó a Turquía para enviar un mensaje a Medio Oriente, en un año marcado por guerras civiles y extremismo. El Papa planea continuar con una agenda internacional cargada. Comenzará el 2015 con un viaje a Sri Lanka y Filipinas, del 12 al 19 de enero.

El perdón y los arrestos a los curas pedófilos

El polaco Jozef Wesolowski, acusado de abuso sexual de menores, será juzgado en la Santa Sede en los próximos meses. Foto: Archivo El Papa decidió hacer frente a un tema que hasta ahora era tabú en la Iglesia y se hizo cargo de impugnar la pedofilia, negarles el perdón a los autores de ese delito y encarcelar a los religiosos involucrados causas de esta índole.
Uno de los casos más claros es el del arresto domiciliario, en septiembre pasado y con el visto bueno del papa Francisco, del polaco Jozef Wesolowski (el ex nuncio en Santo Domingo acusado de abusos contra menores), que podría afrontar hasta siete años de cárcel. En la misma semana, el Papa destituyó al obispo de Ciudad del Este, Rogelio Livieres Plano, acusado de dividir a la Iglesia paraguaya y de encubrir a un cura argentino acusado de pedofilia.
Antes, en julio, el Sumo Pontífice recibió, por primera vez desde que comenzó su pontificado, a seis víctimas de curas pedófilos en el Vaticano y pidió perdón en la homilía previa a las audiencias privadas.
"Ante Dios expreso mi dolor por los pecados y crímenes graves de abusos sexuales cometidos por el clero contra ustedes y humildemente pido perdón", dijo, y consideró que los líderes de la Iglesia "no han respondido adecuadamente a las denuncias de abuso presentadas por familiares y por aquellos que fueron víctimas del abuso". "No hay lugar en la Iglesia para los que cometen estos abusos, y me comprometo a no tolerar el daño infligido a un menor por parte de nadie", subrayó entonces el Papa.

Sínodo extraordinario sobre familia

Desde el principio, Francisco se preocupó por conseguir que la Iglesia responda a los cambios sociales de las últimas décadas. Desde el momento en que comenzó su pontificado, el papa Francisco admitió en varias oportunidades que la familia "está en crisis" y se preocupa por conseguir que la Iglesia responda a los cambios sociales de las últimas décadas. Para eso, convocó para octubre pasado un sínodo extraordinario de dos semanas dedicado exclusivamente a ese tema. Para eso, lanzó antes un cuestionario para recaudar las opiniones de la los fieles del mundo sobre cuestiones como la homosexualidad y los divorciados vueltos a casar.
En el sínodo, considerado sin precedente porque por primera vez hubo un debate sincero y libre, tal como pidió el Papa, dos temas crearon división entre un sector conservador y otro progresista: el acceso a la comunión a los divorciados vueltos a casar y los homosexuales. En el documento final -de carácter meramente consultivo y que servirá de base para futuros debates-, "Relatio Synodi", una minoría de cardenales y obispos conservadores votaron en contra de eventuales aperturas hacia los excluidos, o "excomulgados de facto", como dijo el papa Francisco sobre el trato que reciben los divorciados en la entrevista exclusiva con LA NACION a comienzos de este mes.
En esa extensa entrevista, el Papa afirmó que no le tiene miedo al camino de sinodalidad emprendido, admitió que hubo distintas posturas, dijo que "nadie habló de matrimonio homosexual" y recordó que no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, más allá de las discusiones sobre los divorciados vueltos a casar.
Este mes, además, el Papa volvió a lanzar un nuevo cuestionario sobre la familia a las sedes episcopales del mundo con vistas a la celebración del próximo Sínodo de los Obispos, que se celebrará entre los días 4 y 25 de octubre de 2015, bajo el título "La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo", a partir del cual se espera que el Papa tome decisiones concretas sobre temas que hacen a la familia.

Las negociaciones con EE.UU. y Cuba

Francisco utilizó su influencia para mediar en un conflicto que lleva más de medio siglo de vigencia. Foto: Archivo El papa Francisco utilizó su influencia para mediar entre Estados Unidos y Cuba, enemigas por más de medio siglo. La Santa Sede participó de las negociaciones no sólo con gestiones de sus funcionarios en Canadá, donde se llevaron a cabo las reuniones secretas para avanzar sobre este tema, y en el Vaticano, donde cerró el ciclo de encuentros en octubre último.
El propio Jorge Bergoglio intervino en el caso. Primero, en la reunión a solas con el presidente estadounidense, Barack Obama, en marzo pasado. Después, a través de cartas enviadas al presidente demócrata y su par cubano, Raúl Castro, para invitarlos "a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación de algunos detenidos, para dar inicio a una nueva fase de las relaciones entre las dos partes".
El rol del papa Francisco, el primer papa latinoamericano, fue clave, según remarcaron Obama y Castro en sus discursos al anunciar el acuerdo.
"Hoy todos estamos contentos porque hemos visto cómo dos pueblos, que se habían alejado durante muchos años, han dado ayer un paso de aproximación", dijo Francisco al día siguiente del anuncio.

LA IDEA DE DIOS.

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