Battiato es de los pocos músicos con los que me cuesta mucho ser objetivo, porque todo lo que hace, me guste más o menos, tiene "algo" para mí que lo convierte en único e irrepetible.
En este disco, sus collages sonoros, la guitarra de doce cuerdas con sonido filtado y sus sonidos más progresivos, y los omnipresentes sintes VCS 2 y 3 (único intrumento que tocan todos los que están en el disco), logran crear una atmósfera en especial en mí.
No es su mejor trabajo, pero es un gran trabajo.
Era el año 73 cuando se editó y el italiano daba buena cuenta de su afán investigador y de inquieto ante nuevas propuestas sonoras.
Aunque mucho más investigador, Battiato aquí me recuerda al primerizo Mike Olfield en el sentido de que la melodía principal va apareciendo como base para el desarrollo de todo el disco.
Un disco este un tanto oscuro y apocalíptico, que nos acerca a los problemas que nos puede acarrear la polución.
Y ya puestos, me encanta la portada amigos. Tan sencilla como efectiva y que refleja lo que podemos encontrar dentro de su carpeta.
Ya lo sabeis, AMO a Battiato. Todos los campos musicales que a "arado" este señor han dado frutos extraordinarios y de gran sabor sonoro. Estoy convencido de que si hiciera reggaeton o salsa hortera, sería capaz de elevarla a la categoría de clásica.
Un genio con mayúsculas, que nunca defrauda.