Hace meses se anunció que la tercera temporada de House of Cards podría llegar algo más tarde de lo normal, a mediados de 2015, debido al pulso mantenido por su productora, Media Rights Capital, y los gobernantes del estado en el que se rueda la serie, Maryland. El problema surgía del nuevo límite fijado por la ley tributaria del estado para las deducciones fiscales, situado en 7,5 millones de dólares, ya que la producción ambientada en Washington se ha beneficiado de 11 y 15 millones en sus dos primeras temporadas, y Netflix amenazaba con cambiar la localización del rodaje si no se mantenían las condiciones. Finalmente, los políticos de Annapolis han dado su brazo a torcer, aumentando el techo hasta los 18,5 millones, suficiente para que Frank Underwood pueda concentrarse nuevamente en su próximo objetivo: El Trono de Hierro.
/Vía Deadline.