Eres joven y emprendedor, estas en paro o resulta que tienes un dinerito ahorrado que ya no renta nada en el banco. Pues bien, eres el candidato ideal para poner una franquicia.
Miras una franquicia económica como un bar de tapas, helados, yogures, cafetería, fotografía, peluquería, idiomas, ropa, complementos, viajes, papelería e incluso una de cigarrillos electrónicos (seguro que conoces muchas de estas, tal vez demasiadas). Hay miles de franquicias, fijo que alguna te gusta…
Te lo venden como el negocio de tu vida, la vía rápida para ser empresario y ganar dinero… eso si, de su mano. Ellos ponen el producto, la decoración del local e incluso te forman, tu sólo el dinero. Y tu –hombre de Dios– que nunca has sido empresario, no tienes conocimientos de peluquería, ni de hostelería, ni idiomas, ni de ropa y por tener no tienes ni espíritu comercial vas y te animas.
Vaya si te animas, buscas local y haces la reforma. Nada de complicarte la vida con analizar la franquicia, el negocio, el tipo de contrato, el producto, el cliente, el mercado de tu zona, la competencia, etc. Para nada, ellos te lo ponen fácil, han "estudiado" todo eso por ti. Como mucho te comentarán que precisas ubicarte en una población con un determinado número de habitantes, como tu vives en una gran capital ves el tema resuelto.
Meses después, no muchos por desgracia, no entra nadie en tu flamante franquicia. O por el contrario entran muchos, pero con tu margen tan reducido de beneficio esos muchos deberían ser cientos e incluso miles. Para remate ves que por la zona abren negocio similares al tuyo, la mayoría también de franquicias.
Al final, entre la reforma del local, el alquiler, los gastos fijos y lo que has pagado a la franquicia te ves incapaz de amortizar la inversión. Estas obligado a cerrar, muchas veces con deudas, sujetas algunas de ellas al contrato que te hicieron firmar como franquiciado. La franquiciadora se ha embolsado un buen dinero sin riesgos. Esa misma empresa, en breve, "inventará" otro producto de moda para franquiciar y de nuevo emprendedores, parados, inversionistas…
Por supuesto que existen franquiciadores serios, con prestigio, honrados y con un producto o servicio de éxito probado por los años… también son habitualmente los más caros. Por desgracia, la mayoría de la franquicias actuales son de "productos de moda", con menos de un año de vida y su producto (de moda) es raro que superen los tres años en el mercado.
No hagas grandes desembolsos en local y reformas, la recuperación de tu inversión tiene que ser rápida, a muy corto plazo. Si tienes suerte y te va bien no te fíes, al contrario desconfía, es posible que en unos años tengas que "vender" otra cosa. Y sobre todo procura no enamorarte de tu negocio ni de tu producto, por desgracia el "negocio para toda la vida" ya no existe.
Fíjate en los ciudadanos chinos, son todo un ejemplo de adaptación… entraron arrasando con restaurantes de comida china, luego pasaron al "todo a 100", ahora están con peluquerías, ultramarinos, tiendas de ropa, etc, y mañana… con lo que toque. ¿Y al final, que franquicia vas a poner?.
Nota: a última hora me comentan mis informadores que también hay franquicias de... ¡CHURROS! (no tenemos nada ver con ellos, ni hacemos apología de estas franquicias).