

Harry Potter y el prisionero de Azkaban es uno de mis preferidos hasta ahora. Por lo que sentí, es donde empieza más la acción y el peligro, lo que estaba buscando de estos libros.
—Parece un profesor muy bueno —dijo Hermione—. Pero me habría gustado haberme enfrentado al boggart yo también.—¿En qué se habría convertido el boggart? —le preguntó Ron, burlándose—, ¿en un trabajo de clase en el que sólo te pusieran un nueve?
—Muchas prestaciones especiales, ¿verdad? —dijo Malfoy, con un brillo de malicia en los ojos—. Es una pena que no incluya paracaídas, por si aparece algún dementor.Crabbe y Goyle se rieron.—Y es una pena que no tengas tres brazos —le contestó Harry—. De esa forma podrías coger la snitch.
—Suéltame —dijo Harry, apartando las manos de Pettigrew con asco—. No lo hago por ti. Lo hago porque creo que mi padre no habría deseado que sus mejores amigos se convirtieran en asesinos por culpa tuya.
—¿Piensas que los muertos a los que hemos querido nos abandonan del todo? ¿No crees que los recordamos especialmente en los mayores apuros? Tu padre vive en ti, Harry, y se manifiesta más claramente cuando lo necesitas. (...) Así que anoche viste realmente a tu padre... Lo encontraste dentro de ti mismo.