Somos unos quejicas y unos vagos. Pese a las facilidades que tenemos y lo cómoda que es nuestra vida en general no paramos de quejarnos, de cualquier cosa. Que si al bus le faltan quince minutos, que si hay mucha cola en este restaurante, que si el cine es muy caro (aquí normalmente cuesta 7 euros y la gente lo ve carísimo), que si este profesor no hace bien las cosas, que si todos los personajes de las novelas YA son cliché, que si esta persona ha hecho un artículo machista, que no hay trabajo, que si tengo el pelo fatal después de salir de la peluquería, que si me han servido un la carne cruda...
Que sí, que todas esas quejas son legítimas, pero ¿vamos a cambiar algo con decirlo? No, y aquí es donde entra lo de que somos unos vagos. ¿Cuántas veces habéis ido a manifestaciones? ¿A recogidas de firmas? ¿Cuántas veces se os ha ocurrido una solución a esas quejas y la habéis aplicado? ¿Cuántas propuestas habéis hecho para cambiar las cosas? Esta cita llama a la movilización, a que intentemos hacer algo de verdad para cambiar las cosas, es la única forma de conseguirlo.
Y qué decir del libro. Esta frase pertenece a El asistente de vampiro, el segundo libro de la saga Darren Shan escrita por Darren Shan. Esta saga (en la que coinciden nombre de la saga, protagonista y autor) está compuesta por doce libros, pero son tan cortos que al traducirlos en español se decidió agruparlos en cuatro volúmenes. Fue una saga que, pese a sus terroríficas portadas, me gustó mucho y que mejora a cada libro. Es una saga de fantasía muy interesante, donde podemos observar una evolución de la escritura a cada libro, como si la narración madurara a la misma velocidad que el protagonista. El primero me pareció un poco infantil, pero cada vez la historia se vuelve más oscura y violenta, un cambio muy curioso. A mí me pareció entretenida, sin duda, os la recomiendo. Por si queréis saber más, aquí os dejo el enlace a la reseña del primer volumen