Frases Memorables: El secreto de Lucía Morke

Publicado el 20 enero 2018 por Laura Coll Rigo

"No hace falta haber muerto para convertirse en fantasma. Es simplemente cuestión de tiempo. Las personas que dejamos atrás se van alejando en el recuerdo hasta volverse borrosas y espectrales. Al final, llegamos a dudar de que hayan existido. El pasado se confunde con los sueños, los muertos con los vivos, lo visible con lo invisible, y se hace imposible saber si fue real o no."

La cita de hoy es del libro El secreto de Lucía Morke, de Inés Macpherson. Porque no se diga que todos los libros te aportan algo. Este en concreto no me gustó mucho, parecía de terror y al final resultó que no había para tanto. Tenía un buen ritmo y acción, además de misterio, pero fue un libro muy light y abundaban las situaciones absurdas. Aún así, si queréis darle un vistazo, no lo dudéis, os dejo aquí la reseña. Pues pese a todos los peros del libro, conseguí rescatar esta frase, que me parece una reflexión muy cierta.
Aish los recuerdos. Pretendemos guardarlos como oro en paño, pero no hay nada más frágil que los recuerdos. Cada uno recuerda las cosas a su manera, los pequeños detalles se confunden, mezclamos un recuerdo con otro o recordamos cosas que simplemente nos contaron.
Intentad recordar una amistad antigua, de hace un par de años. ¿Cómo era esa persona? ¿Qué hacíais? ¿Cómo se reía? ¿Por qué se enfadaba? ¿De qué hablabais? ¿De qué sabor le gustaba el helado? ¿A que sólo recordáis retazos? ¿No os parece que los contornos del recuerdo se borran? Y ahora mismo, si no hubiera ninguna foto, si le preguntarais a los demás si conocen esa persona y os dijeran que no, ¿cómo podríais demostrar que esa amistad fue real? (Vale, esta pregunta ha sido muy 1984) ¿Cómo sabéis que esa persona sigue existiendo?
Coincido mucho con el final de la cita, el pasado se confunde con los sueños y llega un punto en que los sueños se confunden con el pasado y que todos aquellos que una vez conocimos, no son más que fantasmas de nuestra memoria.
Y como no, esto también se puede aplicar a los libros. A veces, confundimos las tramas de varios libros, o miramos un libro de nuestra estantería y recordamos la trama central, pero no el nombre de los personajes. O pensamos, "este libro me encantó" y al mirar la reseña para recordar buenos momentos te das cuenta de que sólo le pusiste un 3/5 (esto último me pasó con Nombre en clave: Verity o este mismo libro, que recordaba que me había gustado menos). O simplemente miramos un libro y solo recordamos las sensaciones que nos produjo, pero no de qué trataban (por eso quiero releer los de La brújula dorada). Y así, hasta que no hacemos una relectura, esas historias se convierten en fantasmas.