Frases para la historia VII

Por Monpalentina @FFroi
    El paisaje ya nos deja en suspense.

Una cosa si ha de quedar clara y diferenciadora.
Por un lado, la protesta, o el silencio, o la apatía de los habitantes, o las costumbres. Por otro lado, el común denominador, el paisaje. Esto es así. Todos, quienes lo escribimos, quienes los visitan, quienes viven allí durante todo el año, estamos de acuerdo en la segunda. El poder que emana de la imagen nos envuelve a todos y ya podemos ser de cualquier condición humana y venir de cualquier parte del mundo que todos vamos a ponemos de acuerdo en las excelencias del paisaje.
Desde esa premisa, afianzándonos unos en otros, podemos llegar bastante lejos. Las diferencias principales ya las tenemos asumidas, porque si mucho importa poner en funcionamiento el resto de asuntos que ahora permanecen bajo mínimos, nada puede lograrse desde la soledad y el alejamiento, todo es posible desde la unión de hombres y mujeres que, apoyándose en pequeñas cosas van despejando esos enredos en los que la zona vive sumergida. Acaso lo que no se ha podido conseguir a través de los medios habituales, pueda lIegarnos por la imagen. Y son tantos ojos los que nos han mirado, y tantas son las citas que se descuelgan cada dia de personas que conocen el encanto que aquí se manifiesta, que podemos decir sin miedo a equivocamos que después de esta siembra sólo nos queda esperar al futuro.

"Si, todavía quedan parajes de ensueño, valles donde es inevitable sentir la presencia de los dioses, duendes o encantamientos, donde el poeta se siente vil hormiga, o donde la palabra se te antoja broza que picotea el aire".

"Vivir la poesía de Aguilar, arrullar en el lecho del, asomarse a la balconada de la Cascajera, navegar con la isla, retorcerse en los garabatos de las tuerces, abrirse a la comunicación y a la convivencia de la plaza porticada, resucitar el pasado en sus casas solariegas, o a través de sus maravillases y profundos emblemas y motes nobiliarios....".

"Al norte de Aguilar, el paisaje se torna agreste. Los pueblos se enriscan en las laderas o se ocultan en el fondo de los valles".

"Las casonas son fachadas de severa y bien labrada piedra, luciendo un gran blasón, que encontramos en Cervera de Pisuerga y otros lugares y que no desentonarían en la misma Santillana".