Frases para la posteridad
Me gusta escribir, soy consciente que me falta un poco de paciencia para ponerme a escribir la novela que tantas veces he pospuesto por razones peregrinas pero esto de ir pulsando teclas y que se vayan formando frases y que con suerte, sea capaz de expresar lo que estoy pensando, es algo casi mágico para mi.
Una de las razones que pospongo de forma continua y constante el escribir una novela, es que estoy hasta las orejas de trabajo y cuando llegan esas horas del día, cuando las señoras fuman y los hombres ya no son de fiar, no estoy para muchas fiestas intelectuales y prefiero refugiarme en un buen libro, aunque para parecer menos intelectual, la verdad es que me pongo una serie para intentar desconectar el cerebro y relajarme lo más posible antes de poner mi propio ser en formato horizontal y enrollarme bajo las sábanas.
En todo caso, y más allá del canto perpetuo de mi cisne literatario, escribo. Tengo dos blogs, este que supongo que estás leyendo en diagonal -y que sepas que es algo que molesta bastante a la gente que escribe, léetelo o no te lo leas, pero no hagas eso de mirarte sólo los títulos y las negritas- y también estoy haciendo presentaciones y planes de marketing como si no hubiera un mañana.
Y es en las presentaciones donde de forma bizarra, extraña y como si fuera el callejón de los gatos, placer por escribir revive. Es cierto que el resultado está más próximo a Frankenstein que a Lázaro, pero revive al fin y al cabo.
En toda empresa hay un único objetivo claro. Podemos ponerle muchas capas morales, técnicas, operativas, pero aceptando que no es elemento suficiente, si que es absolutamente necesario: necesitas clientes. Has de encontrar la forma de comunicar que quieres cobrar por tus servicios. Que tu precio es fantástico, que eres diferente a tu posible competencia, que eres no una empresa, sino casi una persona y que tienes sentimientos y corazón, que sabes de que hablas, que el cliente, ese mismo que esta leyéndote, es el centro de toda tu existencia.
Es complicado escribir frases, a lo sumo párrafos, destacando lo bueno que eres sin parecer altivo. Cuesta bastante vender un producto que se ha vendido toda la vida dándole un enfoque diferente para que parezca que es lo más genial que ha visto el sol desde su nacimiento. No es fácil, has de recurrir a frases simples, a metáforas sencillas, porque de un modo u otro han de activar un click en la memoria de tu potencial cliente, dejar una huella, una marca, un recuerdo que te sirva para seguir trabajando tu mensaje y de paso, intentar vender.
Lo interesante que es que para llegar a esa frase hay mucho trabajo, muchas horas, pero no siempre se ve ni se valora. He visto muchas presentaciones con frases copiadas y pegadas, asumiendo que el mensaje que se daría es poderoso, pero siempre es así. Sin poner el esfuerzo en crear, el copiar y pegar, en cierta forma deforma tu auténtico mensaje. Si tu mismo no puedes explicar que es, o subcontratar a alguien para que lo haga, y te has de basar en frases preexistentes y no creadas para ti, ¿como puedo asumir que tu producto es tan original como me cuentas?
Claro que hay frases que se convierten en verdades en si mismas y a la primera de cambio la colocamos, eso sí, procurando que el autor aparezca en la cita para darle lustro. No es lo mismo que la dijera Pedro Povedilla que Jack Welch, vende mucho más el segundo que el primero.
¿Y a que viene el post de hoy?, la verdad es que no lo tengo claro, me he sentado en el bar dónde tomo el café antes de ir a buscar a mis hijos y me he puesto a escribir sin tener claro a dónde quería llegar, pero recordando lo que he escrito, creo que escribir es maravilloso y que con suerte, te puede cambiar la vida como persona, y a veces, puedes cambiar la vida de otras tantas… la mayor parte del tiempo, intento crear una empresa y que como yo, surja como un jovencito frankenstein, grande, torpe y probablemente pobre, pero que la quiero casi como si fuera un hijo mío.
Película: American Splendor
Jose Salgado
Co Founder at HubLawyerCon formación en psicología y con un Máster en dirección de empresas, la curiosidad y las ganas de aprender han sido el motor de mi carrera profesional. Por este motivo he participado en proyectos de todo ámbito, ISPs, Comercio electrónico, Plataformas de e-learning, Comunidades de prática y Redes sociales profesionales. Todo este historial profesional me ha llevado a tener una visión global de la empresa y una perspectiva orientada a negocio, donde el cliente se situa en el centro de todas las operaciones de marketing, ventas, tecnología y de gestión de recursos humanos.
@tatxe
El día en que no quieras aprender algo nuevo será el día que empieces a envejecer.Pues es una lastima pq se cercena a muchas personas con capacidades para desarollar ideas @ceronne - 16 horas ago