Fraude Fiscal

Publicado el 24 diciembre 2015 por Lordagar

El Gobierno tras modificar la Ley General Tributaria, nos ha hecho saber que será posible conocer a los deudores de Hacienda, y así incrementar la lucha contra el fraude. Esta modificación también afecta al conocimiento de las sentencias condenatorias por fraude fiscal.

De lo que ha transcendido en la primera publicación, es  que impiden que la lista conste en internet,  y tan sólo se podrá consultar durante tres meses desde la fecha de su publicación, repitiendo el mismo ciclo semestralmente; sólo constaran deudores de más de un millón de euros, pero no constarán las deudas aplazadas, suspendidas, o los acogidos a la amnistía fiscal.

Estamos hablando aproximadamente de unos 15.600 millones de euros de 59.000 estimados. Han tenido que pasar décadas, para llegar a tener “esto” cómo avance en favor de mitigar el fraude fiscal. Me parece una burla.

Es evidente que no hay voluntad suficiente ni diligente, para solventar una cuestión que afecta a los ingresos de las arcas del estado, y por consiguiente a todos nosotros, privándonos de un dinero que podría repercutir directamente en nuestro beneficio cómo ciudadanos y país.

Las deudas inferiores al millón, me parecen igual de importantes ya sean de 900.000, 500.000, 300.000… , pero no parecen tener la misma consideración según el criterio del Gobierno. Pero por otra parte, si parecen serlo deudas contraídas por imposibilidad de pago, que no por administración desleal o negligencia; cuándo hay personas que no efectúan pagos de cien, treinta o mil euros por ejemplo, ya lo notifican insistentemente.

Considero responsables a todos los legisladores que hemos tenido hasta la fecha, porque si yo contraigo una deuda con Hacienda, pongamos de 300€, me embargarán incluso la ropa interior, y por supuesto la nómina sí es que tengo (hoy en día) la suerte de tener una.

¿ Cómo es posible, que haya individuos que deban cientos de miles o millones de euros ?

Primero están los bancos, que dan ingentes cantidades de dinero a individuos o empresas, que también son individuos; la silla o la pared de la empresa no va al despacho del director del banco. Sí por regla general los bancos no dan una cantidad de dinero superior a la mitad de lo que uno pueda avalar, ¿ cómo pueden existir créditos impagados de seis cifras o más ?.

Por ejemplo conocemos casos cómo: túnel ferroviario de los Pirineos por La Jonquera , la plataforma Castor, tren de alta velocidad en Arabia Saudí, autopistas,  etc. , unos llegamos a conocerlos y otros no. Estos son casos de empresas, que redactan contratos de ejecución de obra dónde encontramos la firma del Gobierno cómo avalador, para que sí la empresa no tiene los beneficios esperados o no “puede” pagar sus créditos, incluyendo cualquier otro compromiso contractual adquirido por la empresa de forma unilateral, asuma pagarlo el Gobierno, o lo que es lo mismo, nosotros.

Se puede desprender de casos cómo estos, que “posiblemente” exista alguna que otra deferencia en favor de determinadas empresas (recordemos que son individuos las que las manejan), anulando la posibilidad de acceder a un gran número que si cumplen con todos los requisitos necesarios, para realizar cualquier tipo de proyecto. Podemos apuntar que empresas con solvencia y sin deudas, en ocasiones quedan relegadas por otras sin solvencia y con deudas; aquí encontraríamos deudas fiscales también.

Lo sorprendente no es que alguien pueda endeudarse, si no que vuelva a endeudarse y endeudarse hasta alcanzar cantidades astronómicas, siendo paradójico que dichos individuos, en la práctica totalidad de los casos no ven afectada su vida económica personal.

¿ Dónde esta el control; quién controla y supervisa ?

Entre evasión y fraude fiscal, hablamos de más de 250.000 millones.

La economía sumergida se estima en unos 15.000 millones al año, y suele practicarse por trabajadores que efectúan trabajos extras,  !! cientos de miles ¡¡ de empresas que emplean dinero negro en sus negocios, y también personas sin empleo, creando una competencia desleal en detrimento de los que si cumplen la ley.

La corrupción política provoca que Hacienda no nos trate a todos por igual, dándose tratos de favor o miradas  hacía otro lado. Podemos aseverar que en ocasiones se tolera el fraude fiscal y que el Gobierno al no tomar decisiones firmes al respecto, difumina la efectividad de medidas hechas para contrarrestar dicho fraude.

No debemos olvidarnos de la malversación de fondos públicos por parte de empresarios y políticos, que discuten si la falta de ética es delito o no, y sí es legal ser representante de los ciudadanos en el parlamento con este currículum.

Tenemos un caso reciente de un político que ha dimitido por conducir bebido, y numerosos casos de políticos imputados por corrupción que no dimiten. Se ha constatado que la responsabilidad penal resulta eficaz en fraudes a pequeña escala.

La educación es efectiva a largo plazo, por lo que hay que empezar desde “ayer”.

Jon Elster  en -El cimiento de la sociedad, 1989-, escribió que:

“cuantos más creamos que los demás defraudan, más personas lo harán, debido al efecto de la imitación y a la sensación de impunidad”

Einstein dijo:

“dar ejemplo no es la principal manera de influir en los demás, es la única”.