Está más que demostrado que los politicos no solo no han sabido solucionar el problema, sino que además de crearlo han trasladado sus consecuencias a la clase trabajadora, blindando descaradamente los intereses del poder económico y financiero. Por otro lado, la manipulación mediática ha sido y es de tal magnitud, que muchos millones de españoles ven a los principales responsables de la estafa ( PSOE y PP) como capacitados para solucionar la que tenemos encima, una variación del síndrome de Estocolmo que alcanza a gran parte de la sociedad.
Mi opinión es que no están capacitados para reconducir la situación, y además dudo seriamente de que tengan la intención de hacerlo. Mientras asistimos a la tremenda farsa que unos y otros representan, vamos perdiendo día a día la esperanza en la justicia social, y lo hacemos impasibles, quietos, y lo que es peor resignados.
El sistema diseñado por el dictador ha envejecido prematuramente. Hemos comprobado el engaño de la Transición en cuanto los que la pactaron han desaparecido de la política activa. Igualmente, la Monarquía ha ido decayendo paulatinamente al desaparecer el coronado por Franco. La existencia de un Jefe de Estado sin atribuciones, tal y como lo es nuestro monarca, tampoco ayuda, sus atribuciones son meramente protocolarias, no tiene capacidad de decisión en los asuntos de Estado, es simplemente un símbolo, la última gran victoria de Franco sobre la República.
Mi situación actual es una mezcla de cansancio y rabia. Cansancio de ver y comprobar como somos engañados a cambio de migajas de libertad sin que la ciudadanía reaccione, y rabia al comprobar que la muerte de tantos millones de españoles en defensa de la República va camino, cada día más, de convertirse en algo estéril.
Bien está que se inunden las redes sociales de ideas, de recuerdos y de adhesiones, bien está que a través de ellas se publiquen cada día miles de "mítines", como este, pero echo de menos el olor de las calles y de la multitud clamando por lo justo. Nadie se mueve. Atrás ha quedado el 15M, ahora prácticamente vencido, recordado con nostalgia, devorado por el establishment, por el mismo sistema contra el que se rebelaron tantos millones de personas en España hace poco más de cinco años.
Todo es mentira, o casi todo. Vanos son los programas de los partidos politicos, redactados bien por corruptos, bien por socialistas de medio pelo, bien por cobardes que aún proclamándose republicanos excluyen el republicanismo de su ideario, de su programa y de su proyecto.
Escribía Fernando Valera en 1931 citando a Rousseau, "...ante las calamidades en que se encontraba España solo pueden oponerse dos clases de remedio. Primera : Suprimir los reyes, implantando la República, que tal es el criterio de los pueblos prudentes y escarmentados. Y Segunda: Obedecer sin murmurar, pensando en que Dios nos da malos reyes como castigo de su cólera celestial". Traslademos lo anterior a nuestros días, a reyes unamos gobernantes y es evidente que hemos elegido la Segunda opción.
Siguiendo con Valera termino:
Hay pueblos de tan mansa y servil condición que parecen merecer los despotismos que les oprimen y desgarran. Uno de esos pueblos, mientras no demuestre lo contrario, es el pueblo español.
En 1931 el pueblo español demostró que era capaz de enfrentarse a sus opresores, las urnas lo demostraron y el republicanismo venció. Desde 1936 gran parte del pueblo español dio su vida por la República, otros sufrieron lo indecible o fueron asesinados desde 1939 hasta 1975 por la misma causa. Desde 1976 hasta hoy parece que el servilismo y la mansedumbre son amplia mayoría, las urnas así lo demuestran.
Benito Sacaluga.