Fraudes del 2.0: los twittstar que actúan como ballenas

Publicado el 09 noviembre 2012 por Trinitro @trinitro


Twitter tiende a generar perfiles muy asimétricos. Hay usuarios que tienen 20 seguidores, y otros que tienen cientos de miles. Las diferencias son tan grandes que la escala con la que es mejor analizar y agrupar los usuarios es logarítmica, no linear. Además tiende a premiar los perfiles más antiguos sobre los más nuevos (es claramente una red con “preferential attachment”), y aquellos que tienen notoriedad pública sobre los que no (algo normal), a parte de generar twittstars propias.

Bien, es tal y como funciona twitter. Cada perfil tiene su estrategia y cada persona utiliza twitter como le parece y más le gusta, en esto no me metere. En cambio hay algo que algunas twittstars sí que producen: el comportamiento de ballena.

Para los técnicos de Facebook las ballenas son aquellos usuarios que tienen más de 1000 “amigos”, la mayoría de los usuarios (mediana) tiene entre 100 y 200 “amigos”, en cambio hay unos pocos que salen de la media y de la mediana y se disparan a los miles de “amigos”. Para los técnicos de Facebook les parece una tontería porqué ¿qué clase de interacción personal puedes tener con más de 1000 personas? ¿para qué te haces amigo de tanta gente a la cuál no vas a poder seguir su actividad y actualizaciones?

En twitter la diferencia  es que es una red asimétrica, yo por ejemplo “sigo” a unos 1000 y me “siguen” unas 2000 personas o perfiles. Hay gente que me sigue que no “sigo” y otros que sigo y ellos no me siguen.  Con lo cuál puede darse que haya usuarios que tengan muchísimos seguidores y en cambio sigan ellos a unos pocos. De hecho la red genera esto con bastante facilidad.

Lo que no son creíbles son las ballenas, o sea usuarios que tienen miles de seguidores y a la vez siguen a miles de personas. Detrás de estos perfiles se esconde una actitud de fraude en esto del 2.0.

Un buen usuario de twitter puede jugar a la serendipia (por ejemplo, yo me comporto así, además de poder acceder a twitter durante muchas horas al día por motivos profesionales) y a la procrastinación y encontrar lo que va apareciendo, coger información relevante, hacer lecturas diagonales, etc… pero incluso esto tiene un límite. Hay otros que son más sistemáticos y montan listas y cuando están interesados en determinados temas echan un vistazo a las listas para ver que dicen los que él sigue especializados en X temas. Otros utilizan técnicas mixtas en las que incluyen búsquedas, o incluso herramientas más complejas para seguir su twitter.

Pero ninguna de estas estrategia permite seguir a miles y miles de personas de forma honesta. De hecho un vistazo por encima a las últimas conversaciones que mantienen los usuarios ballena veremos que retuitean de una bolsa de seguidores mucho más pequeña e interaccionan con una bolsa pequeña de entre los que siguen.

De hecho, aunque twitter tiende a que acumulemos gente a la que seguimos, hay ritmos y ritmos. Que mi twitter con varios años de antiguedad acumule 1000 personas a las que sigo es bastante normal… solo con las conversaciones y eventos que he compartido he interactuado con muchos más usuarios. Lo que no es normal es que aunque no hagas una revisión de que usuarios llevan tiempo inactivos y no los des de baja, siguas 4000 o 5000 personas. No es creible. Y de hecho responde a falsas estrategias de reciprocidad y herramientas robóticas que muestran el fraude del perfil.

Una ballena parte de la premisa de demostrar una reciprocidad falsa, “si me sigues, te sigo, a pesar de que no serás más que una gota en un mar y jamás te voy a leer”, la premisa es que hay gente que si no le devuelves el sígueme te dejan de seguir. Vamos, el objetivo es fidelizar sus “followers” con una reciprocidad que solo es aritmética, no real.

También se acostumbra a acumular “followings” debido a estrategias de captación robotizadas o no, pero que son poco fidedignas a un comportamiento de seguimiento porqué me interesa un perfil u otro. Llegan a listas de determinados perfiles, que se las han currado y que son bastante pobladas, y se ponen a seguir a todos de forma indiscriminada. Con suerte, esos a los que sigue pueden ser perfiles con pocos seguidores (que tienden a responder a todos los follows con un following, si sigo a 20 y me siguen 25, si alguien me sigue es muy probable que me siente MUY alagado y le devuelva la cortesía, aunque para la ballena él no sea más que un número), o bien también son ballenas que automáticamente devuelven todo follow que reciben (“quiero conservar mis followers” ).

Incluso siguen estrategias de “seguir” follow fridays, buscan usuarios generosos, les pelotean un rato esa semana y así reciben unos cuantos #FF  , automáticamente siguen a los usuarios que el peloteado ha citado con uno mismo y así consigo más seguidores por reciprocidad.

Todo esto es un fraude. Sobretodo porqué no van a interaccionar jamás con el 90% de sus seguidos. No van a leer a todos esos seguidores, no están interesados en lo que dicen, simplemente son números, y forman parte de su estrategia de crecimiento y autopromoción personal.

Yo sigo a 1000 personas, pero no devuelvo todos los follows, normalmente si dialogo suelo seguir al menos durante una temporada con quien he interactuado,  si una ballena me sigue, si me interesa lo que dice la seguiré, pero no por ser un perfil con muchos seguidores voy a devolverle el “follow”. No participo de los “Folow Friday” precisamente por apartarme de estas estrategias que utilizan las ballenas. Me gusta leer el time line del twitter y descubrir cosas por pura serendipia, pero también tengo listas. Es decir, parezco humano, actúo como tal y mi reciprocidad es honesta.

Si siguiera 2000, 3000 o 4000 estaría mintiendo, ya con 1000 hay algunos followings que no llego a ver lo que dicen.. y viviría mejor con un perfil un poco más ordenado (pero cuando lo he intentado, siempre he fracasado).

Por eso alerto, no te fíes de la ballena, si te sigue no te está leyendo, es mentira, no quiere interaccionar contigo, simplemente quiere que seas un número más fiel y bien contento entre las filas de sus adeptos. Por eso me parece más honesta la actitud de algunos “gurús” con decenas de miles de seguidores que siguen a un puñado de cientos. Estos como mínimo no te engañan.

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