Aparte se incorpora al elenco Sôsuke, amigo de la infancia de Rin. Éste tenía otra forma de entender la natación, lo que le ha llevado a estar ya fichado por una universidad, así que dedicará su último año en el instituto a nadar de nuevo con su amigo. Por otro lado, no siente ninguna simpatía por Haru.
A primera vista, la serie no cambia prácticamente desde lo visto hace un año. Sigue con su humor, su ambigüedad jugando a que haya líos amorosos entre los personajes cuando todo se basa en la amistad pura, sus personajes exagerados, sus situaciones absurdas y hasta de vergüenza ajena... entretenimiento y risas garantizadas.
Es en la parte más dramática donde ha habido una enorme maduración. Todos han tenido su parte del pastel. Quizás el capítulo dedicado a Nagisa y las peleas con sus padres por tema de notas ha sido el más flojito de todos, aunque permitió ver otra cara del chico. Y Sôsuke, un personaje que durante buena parte de la serie no me dijo nada, pero que con sus problemas y su historia particular acabó emocionándome. No obstante, son Haru, Rin y Makoto las estrellas y el peso cae sobre ellos, sobre todo un Haru que empieza a sentir la presión de ser un genio de la natación cuando a él lo único que le gusta es nadar por el placer de hacerlo. Por fin le aportan humanidad y fondo al que es el protagonista de la serie, al fin lo hacen creíble. Por otro lado, el Rin que conocimos la temporada anterior pasa de ser un capullo a un personaje genialoso, algo que en la recta final de aquella se anticipó y aquí se confirma. Al final, todos los personajes tienen una construcción firme, actúan y maduran (bueno, Momo (fichaje de esta temporada) no, él es un payaso y se quedará así para siempre XD) con lógica.Y para aquellos que criticaban la serie por el poco peso de la natación, las carreras han sido tremendamente emocionantes, manteniendo la tensión desde que saltan al agua hasta el mismo final. Además son rápidas y realistas salvo un par de licencias que se han permitido tomar. Compañerismo, amistad y superación, lo que define las historias de género deportivo ¿no? Aún así, no es realmente una serie de este género, aquí prima el slice of life, lo que no quita que los momentos de competición estén muy bien.De la animación y música sólo repetir lo que ya dije el año pasado: magníficas. KyoAni no ha decepcionado en ningún momento y el listón está muy alto. Mención especial para un ending divertidísimo con los personajes disfrazados de alguna profesión. Y el opening no se queda corto de intensidad.