Para 2 personas: 150 grs de frégola (pasta típica sarda); 1 bolsa de almejas de 250 grs; 2 tomates rallados; 1 diente de ajo; aceite; agua; vino blanco; sal; sal gorda.
La noche anterior a la realización del plato, ponemos las almejas en agua con sal gorda para limpiarlas bien de tierra. Al día siguiente, escurrimos y ponemos en una cacerola con medio vaso de agua y un chorrito de vino blanco. Tapamos y ponemos al fuego hasta que se abran. Una vez abiertas, retiramos del fuego, deshechamos las que no se hayan abierto y escurrimos, reservando el caldo que colaremos a su vez. En una sartén ponemos aceite y doramos un ajo pelado y cortado en láminas. Cuando esté doradito, añadimos los tomates rallados y dejamos cocinar durante dos o tres minutos. En este momento añadimos el caldo de las almejas colado, removemos bien y dejamos que rompa a hervir. Añadimos las almejas y la frégola. Cocemos durante 10 minutos aproximadamente. Servimos espolvoreando con perejil picado. En otras versiones de esta receta he leído que se puede hacer como si fuese un risotto, añadiendo el caldo poco a poco, pero a mí me gusta que quede caldosito y he preferido añadirlo todo de una vez.
No me he planteado si la frégola es fácil de encontrar en España, porque yo me la traje de Cerdeña, pero imagino que no lo será, aún así, gracias a Internet, hoy día tenemos muchos productos a sólo un clic de distancia y si no, siempre se pude sustituír por cus cus.
¡Buen apetito!