El 14 de abril se celebra en toda España, un año más y yavan 81, la proclamación de la II República en 1931. Son cientos los actos,concentraciones u homenajes que hay convocados por todo el estado en este año. Unaño fuertemente marcado por el agotamiento del sistema capitalista y sus consiguientescrisis financiera, económica, de democracia y, sobre todo, de ética y valoreshumanos. Consecuencia de todo esto es lógica la recuperación y el crecimientode los ideales republicanos.
La II República española fue vertebrada por la Constituciónaprobada por las Cortes Constituyentes el 9 de diciembre de 1931, unaConstitución que en muchos artículos es más moderna e innovadora que la actual.Se podrían destacar muchos aspectos de su articulado, pero hoy quiero resaltaruno de primerísima actualidad. Dice el artículo 44 que “toda la riqueza del país, sea quien fuera sudueño, está subordinada a los intereses de la economía nacional y afecta alsostenimiento de las cargas públicas, con arreglo a la constitución y a lasleyes”. Este párrafo deja en total evidencia las actuales políticas queafectan a los intereses públicos por el mero hecho de someterse a los chantajesde los mercados. Políticas como los continuos rescates a la banca, los incesantesintentos por privatizar los servicios públicos básicos, o la reciente amnistíafiscal.
Amnistía fiscal, sí, señor Montoro, amnistía fiscal, no lointente disfrazar con vulgares eufemismos. Un perdón para los delincuentes quehan estado defraudando al estado durante años, y que ahora pueden legalizar eldinero robado con un reducido tipo impositivo del 10%. Medida inmoral quetratará de recaudar unos euros extras, pero que no servirá de nada mientras nose quiera afrontar una reforma fiscal íntegra que cumpla con los principios desolidaridad y progresividad. Lo único que se conseguirá con este indulto esincentivar el fraude fiscal, pues se nos está diciendo que defraudar no esmalo, que tarde o temprano llegará el perdón.
Y, finalmente, volviendo a la República no nos engañemos,ésta no llegará de la noche a la mañana. Hay que construirla. Con la ciudadaníacomo actor protagonista para conseguir una democracia plena y participativa quecambie las actuales formas de gobierno, y que consiga de una vez la tannecesaria transformación de la sociedad actual.
¡A POR LA TERCERA! ¡VIVA LA REPÚBLICA!