Sin embargo, para muchas otras personas la medicina es la niña fea. Esa chica con quien nadie quiere aparecer en la foto para el tuenti. El vendedor de la tienda de tebeos en los Simpsons. El hijo secreto nacido de una aventura extramatrimonial o el amigo hipocondríaco (depresivo y quejica) que siempre está contando sus penas y lo mucho que le duele todo. ¿Adivináis de quién estoy hablando? Exactamente, de los políticos.
La medicina no da votos. Además, consume muchos recursos y no se valora por parte del electorado. Pongámonos en la premisa siguiente: tu hija es asmática y necesita comprarse un quintal de medicamentos y vacunas, que te salen gratis porque eres pobre y tienes la receta "pensionista". También te has quedado en el paro y te encuentras con unos misérrimos 420€ para pasar el mes. ¿Adivináis cuál medida será más valorada? Correcto, los 420€ .
Por mucho mal realizado contra el sistema sanitario, la repercusión en votos no será tanta como debiera ser. De hecho, os reto en general a que me digáis una comunidad autónoma donde la sanidad esté bien llevada. Todos los partidos políticos suspenden en materia de sanidad. Casi ni les echan cuenta, porque la sanidad no da votos pero sí consume muchos recursos que podrían ganar votos si se gastaran en otro sitio. De facto, nuestra actual ministra es abogada, no médico. Quizás, ésta sea una de las causas de la devaluación en medicina de atención primaria.
Hay multitud de ejemplos al respecto, y la entrada ya es lo suficientemente larga. Por ser algo relativamente reciente, hablaré de la posibilidad de impugnar este MIR. Finalmente la propuesta fue rechazada, como ya comenté en esta entrada. ¿El principal motivo? El económico. Se hubieran perdido meses de mano de obra barata (los nuevos R1) y repetir la convocatoria hubiera supuesto una pérdida de dinero inmensa para las administraciones públicas.
La definición de la OMS nos dice sobre política sanitaria: Legislación, regulaciones y normas que gobiernan el conjunto de servicios utilizables por los individuos, para el cuidado de su "bienestar" físico, psicológico y social. Estos servicios pueden dispensarse en diversos emplazamientos, como en la propia comunidad, en el domicilio, en la escuela y en el centro de trabajo, en hospitales generales o especializados, clínicas y centros asistenciales de tipo residencial y no residencial, tales como sistemas para implementar regulaciones y normas que determinan el derecho a la prestación de servicios, a la provisión de dispositivos o tecnologías de ayuda u otros equipamientos especialmente adaptados; legislaciones específicas, como legislación sanitaria que determina las características del sistema sanitario, contemplando aspectos tales como la accesibilidad, la universalidad, la financiación pública y la cobertura asistencial.
Fotografía: Jefes de servicio de un hospital pidiendo un aumento de presupuesto para poder contratar más personal ¿O son zombies?