¿Sabían que los espárragos son una gran fuente de fibras, antioxidantes, sustancias anticancerígenas, calcio, hierro y muy pocas calorías (apenas 20 por cada 100 gramos de producto)? Algunas razones más para incluirlos en la dieta, ¿no les parece?Hoy les propongo que preparemos una frittata con unos ricos espárragos y algunos pocos ingredientes más.
Como pueden ver a simple vista, esta es una de esas recetas que nos salvan en cualquier momento y nos hacen quedar como unos reyes sin mayores esfuerzos...
Si ya los tenté con la propuesta y la fotografía, aquí les dejo el listado de ingredientes que necesitarán para preparar este plato exquisito, algo rústico y de sabor delicado, donde el espárrago es el protagonista principal.
Mientras tanto, cortá 1 cebolla en tiras finas (juliana, pluma; el tipo de corte que prefieras...) y 1/4 de ají morrón en pequeños cubitos (brunoise). Cocinalos en una sartén con 1 cucharada de aceite neutro hasta que se doren ligeramente. Condimentá con sal, pimienta, cebolla de verdeo deshidratada y orégano.
Una vez que los espárragos estén cocidos y cortados, incorporalos a la mezcla de cebolla y ají. Integrá bien y dejalos unos instantes para que tomen sabor.
En un bol, batí 3 huevos grandes (de campo o pastoriles) hasta romper el ligue (El batido debe superar la prueba del tenedor/batidor. ¿Sabés qué es la prueba del tenedor/batidor? Es simple. Cuando batís los huevos con energía - y una pizca de sal que ayudará a acelerar el proceso -, al extender el batidor/tenedor por encima del batido debe hacerse un hilo de huevo que no se corta. De ser así, el punto de batido - por su fluidez - es perfecto para este tipo de platos; si se entrecorta o corta abruptamente, todavía falta un poquito más de energía para lograr el punto ideal). Condimentalos a tu gusto (en mi caso, sal, pimienta y nuez moscada).
En una sartén caliente colocá 1 cucharada de aceite neutro y volcá allí los huevos batidos (si fuera necesario, extendé el batido de huevos para que ocupe de manera pareja el fondo de la sartén). Por encima, agregá los vegetales que ya han sido rehogados.
Cuando comience a verse algo cuajado el borde, añadí 1/2 taza de queso light en hebras (puede ser el queso rallado de tu gusto: Fontina, Pategrás, Provolone, Reggianito, Manchego, Pecorino...).Tapá la sartén y dejá que se cocine a fuego bajo para que se forme un piso en la base sin que se queme la frittata, logrando además que se funda el queso de la cubierta.
Una vez que el queso se derritió y tomó un lindo color dorado, la frittata está lista para ser llevada a la mesa.
Puede acompañarse con una ensalada de hojas verdes (rúcula, lechuga, espinacas frescas) y tomates cherry, quedando estupenda como guarnición.
Podríamos decir, para simplificar bastante la explicación, que la frittata es la versión italiana de la tortilla como se conoce en España, pero a medio camino también de la omelette francesa. Es que este plato rápido es similar a la tortilla en cuanto a sus ingredientes (una frittata puede contener cualquier tipo de vegetal y, claro, si no son vegetarianos, incluso, algunas carnes), pero no se cocina dándola vuelta sino abierta como una omellete (que sabemos también puede cerrarse a la mitad para esconder, así, su relleno). Entonces, podemos asegurar que el toque italiano distintivo también está dado en que la frittata contiene por encima de ella los ingredientes que decidamos utilizar y queso, como si se tratara de una pizza. Hay quienes le dan un último toque en el horno, para derretir mejor el queso que lleva por encima; sin embargo, los más puristas - en este grupo me encuentro - no añadimos leche al batido de huevos y la cocinamos sobre el fuego de la gentil hornalla de principio a fin, cuidándola con cariño casi maternal.
Pues bien, la frittata como plato en sí es una opción exquisita a la hora de comer algo rápido pero nutritivo, que nos permite además tomar las sobras de una comida o alguna pequeña porción de determinado ingrediente que no nos alcanza para otro tipo de receta, convirtiéndolo en un sabroso y delicado "Señor Plato".
Los ingredientes que se pueden combinar para obtener frittatas sabrosas son prácticamente infinitos: brócoli, espinacas, acelga, choclo, tomates confitados, setas y hongos, quesos varios, coliflor, zapallo, arvejas, chauchas, puerros, cebollas caramelizadas, acelga, grelos...
Si preferís una versión más liviana, porque estás a dieta o deseás combatir el colesterol, podés reemplazar los huevos (o parte de ellos) por las claras solamente.
Antes de despedirme, quiero recordarles que hoy es el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad - muchas veces silenciosa: 1 de cada 2 enfermos desconoce que la padece - que afecta en la actualidad a 371 millones de personas (con otros 280 millones que corren el riesgo de desarrollarla). Si las estadísticas no les producen escalofríos, el pronóstico para el año 2020 seguro que sí: 500 millones de afectados...
La diabetes es una enfermedad crónica que puede ser congénita (nacemos con ella) o adquirida (se conoce como tipo 2). En muchos casos es prevenible, y siempre es tratable. Se ha constituido en uno de los grandes males de nuestro tiempo, porque cada vez hay más enfermos que la desarrollan debido a la mala alimentación: comida industrializada, repleta de azúcares que no necesitamos, altamente refinada y procesada, con escasos nutrientes y demasiadas harinas. En muchos casos, la diabetes viene de la mano de la obesidad, otro de los males actuales. Si nos detenemos a pensarlo un minuto no es difícil lograr entender las razones de esta asociación letal.
Por ello, una alimentación consciente (más sana, con más fibras, menos harinas y azúcares) y un estilo de vida donde prime la actividad física por sobre el sedentarismo, ayudan a prevenirla y contrarrestarla.
Debería ser una preocupación de todos, ya que cada uno de nosotros tenemos un papel que cumplir para ayudar a detener este flagelo y proteger nuestro futuro.
Fuente: International Diabetes Federation
Espero que disfruten de la receta, cuiden su salud y pasen una hermosa semana. Hasta la próxima. ¡Bon appétit!