Es irónico que Disney no pueda tener dos estudios de animación exitosos al mismo tiempo. Recuerdo que abandonó sus tradicionales producciones de animación a mano porque decidió adquirir PIXAR. Todos estábamos maravillados por esa pequeña compañía que ofrecía el futuro con diseños por computadora, pero sobretodo innovadoras historias que se distanciaban de las mismas fórmulas de siempre. Fue recientemente que Disney volvió a lanzar una división de animación por computadora y ahora esta resultando ser más éxitosa ante la crisis de ideas de su compañía hermana. Primero en 2010 sorprendieron con una nueva variación al cuento de princesas: ‘Enredados’ (Tangled); luego la divertida y nostálgica oda a los videojuegos: ‘Ralph el Demoledor’ (Wreck-It Ralph); y ahora con ‘Frozen’ esta marcando una nueva tendencia de utilizar las mismas fórmulas con algunas modernas variaciones.
No conforme con una sola dama de la realeza, ahora tenemos dos hermanas que extrañamente no compiten por el trono. Los motivos de sus aventuras se deben a las dificultades personales que tiene que superar: Elsa es la hermana mayor que tiene que aprender a manejar el superpoder del hielo y Anna tiene un desbalance de hormonas que la invitan a una unión matrimonial con el primer hombre que conoce. El conflicto radica en unos súbditos temerosos de una nueva gobernante capaz de hacer paletas y pues huye lejos para… la verdad no se porque huye, siendo que ella es la que manda en el reino, creo que es por miedo a que la quemen en la hoguera; el chiste es que Anna va en busca de la veloz Elsa que recorre el bosque. Y pues de eso se trata la película.
Ya hacia tiempo que no teníamos una película musical y a ratos llegue a comprender los porqués. Es difícil crear música capaz de cautivar a la audiencia, y si no fuera suficiente, todavía tiene que ser coherente con la trama de la película. Algunos de los números musicales son puro relleno. Nada más falto la oda a un copo de nieve. Pero debo de admitir que cuando funcionan, no hay comparación. Con excepción de los gritos desesperados de libertad por parte de Elsa y la bella canción entre hermanas, el resto da motivos para abortar esta herramienta en las películas animadas.
Cuando por fin todo mundo deja de cantar cada cinco minutos, es que la película despega con interesantes elecciones por parte de un inteligente libreto que propone diferentes soluciones a los problemas de los personajes. A ratos resulta refrescante las actitudes de Elsa y Anna, como mujeres capaces de controlar su destino. Es cierto que los conflictos son originados por ellas mismas, pero también son ellas quienes se encargan de crecer y superar sus errores. Lo mejor es que no hay solución fácil, por lo que se requieren sacrificios y hace del final uno que satisface.
He leído que ‘Frozen’ no llega a superar lo establecido por ‘Enredados’, pero eso se debe a la diferencia en temática, diferente uso de colores y seriedad del tema. Si habláramos de calidad, les diría que en cuanto al libreto se refiere es superior al primero porque no tiene salidas fáciles. Tampoco se hace uso de un villano principal que de pie a conflicto, a cambio son las inseguridades de las protagonistas las que dan movimiento a la trama.
Un aspecto que me gusto mucho fue la dirección de Jennifer Lee y Chris Buck para utilizar los poderes de Elsa con la mayor cantidad de creatividad posible. Como debe de ser. La animación es un género que ofrece libertad y por lo tanto obliga a cualquier creador para utilizar todo su talento que logre explotar las herramientas al máximo. Mientras la mayoría de los estudios erróneamente se concentran en el efecto 3D, es en ofrecer otro tipo de experiencias donde deberían de trabajar.
Si acaso me puedo quejar de algo, es en la falta de texturas en la animación. Me hubiera gustado mayor empeño en los detalles, todo se nota tan liso o de plano como si tuvieran prisa en terminar la película. Un ejemplo es en el gran número de Elsa, donde grita su libertad y se la pasa creando su palacio. Al final se aleja la cámara para apreciar su creación y no me genera un sentido de grandeza o que por lo menos algo que resalte a la vista. ¿Recuerdan la primera vista del castillo en ‘La Sirenita’? ¿Acaso no fue algo deslumbrante? (Aún con todo el debate que generaron esas torres) Pues algo así hubiera esperado. Tampoco es para arruinar la experiencia a nadie, es más por gusto personal.
‘Frozen’ es la mejor película de animación del 2013 porque no hubo otra propuesta mejor. Lo anterior no lo digo por degradar la película, al contrario, le reconozco que sepa utilizar las misma fórmulas del cuento de princesas con inteligencia, pero no es nada fuera de este mundo. No existe tanto riesgo como antes lo hubo con la animación de PIXAR. Que por cierto extraño. Aquí el mayor riesgo fue el regresar a los musicales, y medio la libra, porque fue utilizado para rellenar el tiempo y no tanto como ejemplo de creatividad artística.
Es así que mejor callen esas voces que gritan que es la mejor película de Disney en años, porque en estos tiempos estamos tan hambrientos de éxitos que cualquier cosa que se mueve y camina le asignan el título.