Al igual que un espectáculo de fuegos artificiales de 4 de julio, esta brillante colección de jóvenes estrellas se parece a una explosión aérea. El cúmulo está rodeado por nubes de gas y polvo interestelar, la materia prima para la formación de nuevas estrellas. La nebulosa, situada a 20.000 años-luz de distancia en la constelación de Carina, contiene un cúmulo central de grandes y calientes estrellas, llamado NGC 3603.
Este entorno no es tan pacífico como parece. La radiación ultravioleta y los violentos vientos estelares han soplado una enorme cavidad en el gas y polvo que envuelve al cúmulo, proporcionando una visión sin obstrucciones del cúmulo.
La mayoría de las estrellas del cúmulo nacieron en la misma época, pero difieren en tamaño, masa, temperatura y color. El curso de la vida de una estrella está determinado por su masa, por lo que un cúmulo de una edad determinada que contiene estrellas en distintas etapas de su vida, dando una oportunidad para analisar de manera detallada los ciclos de vida estelar. NGC 3603 también contiene algunas de las estrellas más masivas conocidas. Estas grandes estrellas viven rápido y mueren jóvenes, quemando su combustible de hidrógeno de forma rápida y, en última instancia, terminando con sus vidas en explosiones de supernovas.
Los cúmulos estelares como NGC 3603 entregan importantes pistas para comprender el origen de la formación de estrellas masivas en el temprano y distante universo. Los astrónomos también usan los cúmulos masivos para estudiar distantes estallidos estelares (starburst) que se producen cuando chocan las galaxias, encendiendo una oleada de formación estelar. La proximidad de NGC 3603 lo convierte en un laboratorio excelente para estudiar estos distantes y trascendentales sucesos.
Esta imagen del Telescopio Espacial Hubble fue capturada en agosto y diciembre de 2009 con la Cámara de Gran Angular 3 (WFC3) tanto en luz visible e infrarroja, que traza el resplandor de sulfuro, hidrógeno y de hierro.
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