Fuenlabrada sería un municipio estratégico para la toma de Madrid por parte de los sublevados por su cercanía a la capital y apenas sin resistencia. Tras el paso del frente de guerra, el bando sublevado instala en Fuenlabrada tres polvorines (lugares donde se almacena munición y pólvora) en pleno casco urbano para facilitar la toma de Madrid. Dos de ellos en dos salones de baile (en la calle de la Plaza y en la Plaza de España), y el otro en la ermita de Belén, en la actual calle Móstoles.
El 14 de diciembre de 1937 explotó accidentalmente el polvorín situado en la actual calle de la Plaza (por aquel entonces calle 14 de Abril) derrumbando aún más las casas cercanas y afectando gravemente a la Iglesia de San Esteban Protomártir que precisó de reconstrucción al acabar la contienda. La onda expansiva se vio favorecida por la red de túneles subterráneos que antes contaba el pueblo y provocó la huida de muchos vecinos y jóvenes que estaban en la escuela a los campos y al próximo olivar, creyendo que era un ataque de aviación.
Tras el accidente, llevaron los tres polvorines a las afueras, lejos del casco urbano: a la ermita del Calvario, a una casa en Fregacedos y a otra Casa de Sauquillo (hacia la carretera de Toledo).
Según se aprecia en la fotografía, la calle de las Navas está sin escombros por lo que es una señal de que la imagen está tirada después de la guerra civil. Comparando con otras fotografías de la destrucción de la guerra en varios lugares de Fuenlabrada (y aún no publicadas ni visto la luz), se trataría del resultado del estallido del polvorín en el centro de Fuenlabrada.
Imágenes que no merecen ser olvidadas y recordar de dónde venimos para no cometer los mismos errores.
(Pincha la imagen para ampliarla) | Fuenlabrada hacia 1940