Revista Moda

Fueron 11 años de vivencias en la casa Balenciaga de Madrid

Publicado el 04 febrero 2014 por Vintagebyl_l @VintageByL_L

Mi post está dedicado a la figura del gran creador español Cristóbal Balenciaga, pero no es un post sobre cosas que haya leído sino sobre las vivencias de una de las personas que tuvo la suerte de aprender a coser y desarrollar su carrera como modista junto a uno de los más importantes diseñadores españoles de la historia: mi madre. Ella tuvo la oportunidad y la suerte de entrar a trabajar en la Casa Balenciaga situada en Madrid, desde 1958 hasta que cerrara sus puertas en 1969, donde se hacían realidad los sueños de todas sus clientas.

El modisto español decidió crear una empresa que se dedicara a la modistería, Eisa Costura, tanto en San Sebastián como en Madrid, abriendo en 1933 un nuevo establecimiento: EISA B.E. La primera colección presentada por la nueva casa de costura, en ambas ciudades, fue la de primavera-verano 1933. La sucursal en Madrid se situó en la calle Caballero de Gracia, 42 y el establecimiento no adoptaría el nuevo nombre de Eisa hasta febrero de 1941, para trasladarse posteriormente a la emblemática calle Gran Vía, 9 (antigua Avenida de José Antonio). Eisa Costura presentó así su primera colección en abril de 1941.

En el balcón de la Avenida de Jose Antonio, en la tercera planta de la Casa Balenciaga
En el balcón de la Avenida de Jose Antonio, en la tercera planta de la Casa Balenciaga

Mi madre trabajaba con la Señorita Felisa en fantasía, que se dedicaba a realizar trajes de noche y de vestir, sección situada en la tercera planta y que daba a la calle Gran Vía, enfrente del emblemático Chicote. Desde esa magnífica situación, fueron testigos directos de las visitas de algunos famosos de la época que acudían a aquel lugar de cita obligada si venías a Madrid, como David Niven o el torero el Viti. En la planta por debajo de donde trabajaba mi madre, estaba el departamento de sastrería donde se realizaban los abrigos y los trajes de chaqueta para sus clientas. En todo el taller se respiraba un buen ambiente de trabajo y compañerismo entre todos los trabajadores.

Para dar a conocer a sus clientas las nuevas colecciones y las tendencias, se realizaban pases privados a los que acudía el propio Cristóbal Balenciaga, quien probaba personalmente a las maniquís. Cuando se preparaban las nuevas colecciones reinaba en el taller un ritmo frenético de trabajo, eran jornadas en las que se sabía cuando se entraba a trabajar, pero no cuando se terminaba.

Entre algunas de las curiosidades que me ha contado mi madre, podemos destacar que en la casa Balenciaga regalaban los trajes de novia a las empleadas que se iban a casar, y la afortunada hacía un pase privado para todos sus compañeros en uno de los salones donde se pasaban las colecciones, donde disfrutaban como si fueran ellos mismos. Otra de las anécdotas que me ha transmitido es que les daban el día libre para poder recaudar dinero en la cuestación contra el cáncer y ayudar en esta causa, era algo parecido a lo que hacía Conchita Velasco en la película ”Las chicas de la Cruz Roja” en aquella época. También era tradición para los empleados que quisieran ir acudir durante una semana completa a servicios espirituales en El Espinar con todos los gastos pagados.

En el taller de Fantasía de la Balenciaga
En el taller de Fantasía de la Balenciaga

Otra de las vivencias de mi madre durante el tiempo que trabajó en la casa Balenciaga fue poder vivir en primera persona la elaboración del maravilloso traje de novia de la Reina Fabiola, el cual estuvo rodeado de un secretismo absoluto. Incluso, ella fue la que llevó el vestido a la casa particular del propio Balenciaga en Madrid donde se realizaban las pruebas de la novia. Y cuando llegó el día de la gran boda, les pusieron una televisión en el taller para que todos pudieran ver en directo el enlace.

Mi madre recuerda esta etapa de su vida como una de las mejores que ha vivido y está encantada de haber formado parte de la historia de la moda española junto a uno de los grandes de la moda universal.

Todas las fotografías que ilustran el articulo pertenecen a la colección personal de la madre de Amaya y son inéditas. Agradecemos enormemente que haya elegido nuestro blog para darlas a conocer.

Artículo escrito por Amaya Barriuso, periodista y responsable de la comunicación y las redes sociales de empresas como freelance. Podéis seguir el trabajo de Amaya en su Blog: “El Blog de Amaya”

Mil gracias por la colaboración este mes en nuestra sección Vintage Blogguer.

Imágenes @Archivo personal Amaya Barriuso


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