Fuga, ataque y victoria para Oliveira en la Vuelta

Por Elpedalnoticias.com

Y al día 13 de la Vuelta a España, triunfó la fuga. El portugués Nelson Oliveira ganó la etapa mientras Fabio Aru (Astana) sigue líder en la general.

Etapa 13, 178 km entre Calatayud y Tarrazona, en territorio aragonés. Un perfil irregular con tres puertos de montaña, aunque final en falso llano, ideal para aquello que los pronósticos amparaban: el triunfo de la fuga.

El grupo de escapados fue nutrido, superando la veintena de corredores. Lampre-Merida consiguió colocar al español Rubén Plaza, al portugués Nelson Oliveira y el italiano Valerio Conti. También fueron parte de la aventura corredores de la talla de Nicolas Roche (Sky), David Arroyo (Caja Rural), Niki Terpstra (Etixx-Quick Step), Jérome Coppel (IAM), Maxime Monfort (Lotto-Soudal), Sergio Henao (Sky), Stephen Cummings (MTN-Qhubeka), Kevin Reza (FDJ), José Joaquín Rojas (Movistar), Sylvain Chavanel (IAM) y Gianluca Bambrilla (Etixx-Quick Step), entre otros. Una fuga de gran nivel y en la que varios equipos habían conseguido meter más de un corredor. La cosa prometía y no defraudó.

En el pelotón, los hombres del Astana y Katusha, en pro del primero y segundo en la general provisional -Fabio Aru y ‘Purito’ Rodríguez- procuraron mantener bajo control el margen de la fuga. A falta de 45 km para el final, éste era apenas superior a los 3′ 15”.

A falta de poco menos de 40 km, en terreno hacia arriba, Oliveira y Chavanel abrieron una pequeña luz sobre el resto de fugados. Sin embargo, el resto estaba dispuesto a perder sus posibilidades y obturaron el margen. Después lo intentaron otros corredores, entre quienes destacó Pawel Poljanski (Tinkoff-Saxo), que logró irse en solitario. Estos movimiento llevaron la distancia con la fuga a más de 3′ 30” a falta de 35 km, y se ampliaría aún más.

Los fugados cazaron a Poljanski a falta de 31 km. Sin embargo, la neutralización hizo mella en el grupo de cabeza de carrera, partiendolo en dos. Lampre-Merida había colocado a un corredor delante pero optó por esperar a que el lote original de corredores en fuga se reagrupara. La escuadra italiana contaba con tres corredores y parecía no estar dispuesta a perder la ventaja numérica. Sin embargo, era sólo un ardid.

Con 28 km para meta, por un trazado sinuoso y boscoso, atacó Oliveira y se fue en solitario con éxito. El grupo compuesto por el resto de fugados rápidamente se estiró pero no puedo achicar el margen. A más de 75 km/hr cuando el camino se ponía cuesta abajo, el portugués conservó la cuota. Aún más atrás el pelotón subía un piñón, dando la fuga por buena. Sólo un ataque desde la fuga podía quitarle a Lampre-Merida la victoria de etapa.

La fuga nunca tuvo la coordinación ni la fuerza necesaria -a pesar de su número y representación- para dar caza al portugués, quien a ritmo constante cruzó meta 1′ por delante de quienes habían sido sus compañeros de fuga.