Presentada a primeros de año, la Fujifilm XP90 es una pequeña compacta que pertenece al ámbito de las cámaras resistentes a todo: se puede meter en el agua, no le entra polvo, aguanta frío y calor, caídas de hasta 1,75 metros… Cosas que en principio pueden hacernos creer que se trata de una cámara de acción preparada para grabar espectaculares vídeos de deportes extremos.
Y lo cierto es que no vamos a decir que no se pueda, pero no parece que la cámara haya sido diseñada pensando en este tipo de público, sino más bien en otro no menos intrépido pero bastante más cercano: el de las familias aventureras o con niños pequeños.
Y si no imaginad a un niño (o niña) de unos cuatro años con la cámara de su padre en las manos tratando de hacer fotos de cualquier cosa que se le ocurra con su gran imaginación. Al mismo tiempo imaginad al padre temblando porque no se le caiga de las manos o se moje y, consecuentemente, acabe en el mostrador del servicio técnico. Ya no digo nada si la familia en cuestión tiene piscina en su casa o urbanización, o si está de vacaciones en la playa y le apetece guardar para la eternidad la imagen de esos divertidos ratos de ocio.
Ya digo que no es que la cámara no sea susceptible de ser usada para otro tipo de usos, pero sí que parece que éste es su público objetivo, teniendo en cuenta también que su precio ronda los 200 euros y, por tanto, es asequible para todos los bolsillos. Pero vamos por partes.
Especificaciones técnicas
Sensor
CMOS de 1/2.3 con 16,4 megapíxeles
Objetivo
Fujinon 5-25 mm F3.9-4.9 (28 – 140 mm equivalente en 35 mm)
Almacenamiento
Memoria interna de 96 Mbytes y tarjetas SD/ SHCD/ SDXC
Resolución máxima foto/ vídeo
Foto: 4608×3456 / Vídeo: Full HD 1.920 x 1.080 píxeles a 60p en MOV/ H. 264
Estabilizador
Por desplazamiento del sensor
Pantalla
LCD de 3” (7,5 cm) con 920K puntos
Modo de disparo en ráfaga
10 fps a máxima resolución
Sensibilidad ISO
100 a 6.400
Velocidad obturación
4 – 1/2.000 segundos
Dimensiones y peso
109,6 x 71 x 27,8 mm y 186 gramos (sólo cuerpo)
Precio
219 euros
Diseño, construcción y ergonomía
Si nos fijamos en el modelo al que sustituye, la XP80, nos damos cuenta de que el diseño apenas ha cambiado. Hay que comparar las especificaciones para constatar que hay un aumento en el tamaño aunque se haya conservado la forma e incluso la totalidad de los botones.
La XP90 ha aumentado algo de tamaño respecto al modelo anterior al incorporar una LCD más grande y con mayor resolución
El responsable del engorde es la nueva pantalla trasera, que es quizá el cambio más importante respecto al modelo anterior. Y es que ha aumentado tanto en tamaño, de 2,7 a 3 pulgadas, como de resolución, de 460 a 920 millones de puntos. Por lo demás sigue teniendo un revestimiento antirreflejos y ajuste automático del brillo para uso en entornos luminosos.
En las manos, el agarre es correcto y nos atrevemos a decir que el aumento de tamaño le ha venido bien para manejarla, sobre todo en el caso de que tengamos las manos grandes. Sigue siendo pequeña como para caber en un bolsillo, pero siendo un poco más grande es más fácil de manejar.
Eso sí, la situación del objetivo en una de las esquinas hace relativamente fácil que metamos un “dedazo” de la mano izquierda en medio de la foto. La derecha sin embargo encuentra rápido acomodo gracias a unos puntos rugosos que tiene en el cuerpo para sitúar rápidamente donde debe estar el dedo gordo. La idea, como podéis suponer, es que la cámara se maneje sólo con la mano diestra.
El manejo básico es sencillo, aunque echamos de menos un botón que diera acceso directo a los modos de disparo. Para acceder a ellos hay que recurrir al menú y para llegar a los modos más creativos hay que pasar otra pantalla más. Esto se hace incómodo debido a la dureza de los botones. Entendemos que tiene que ver con el tema de la estanqueidad, y por eso no le damos demasiada importancia, pero desde luego es algo que hace más desagradable el manejo.
El manejo es sencillo aunque echamos de menos un botón que diera acceso directo a los modos de disparo
Por último, comentar dos cosas. Primero que la única tapa que se puede abrir está situada en un lado, alberga las ranuras para batería y tarjeta de memoria y está asegurada por un sistema para proteger la estanqueidad.
Segundo que la cámara no incluye ningún tipo de accesorio para colgarla de nuestro pecho o acomodarla en una bicicleta o similar, como suele ocurrir con las cámaras de acción del tipo GoPro y similares. Y no ya que no lo incluya de serie, sino que ni siquiera está contemplado en el portfolio de Fujifilm, hecho que también nos ayudó a situar este modelo para familias (como comentábamos al principio).
Unas pruebas “durillas”
Como decíamos es resistente al agua (hasta 15 metros de profundidad), a la congelación (hasta -10°C), a los impactos provocados por caídas de hasta 1,75 metros y al polvo y demás partículas externas. Por supuesto, no podíamos resistirnos a probarlo y por ello, no sin cierto miedo, la sometimos a varias pruebas.
No podíamos dejar pasar someterla a algunas pruebas como meterla en la piscina o hacer fotos dentro de un frigorífico
No queríamos excedernos de modo que en ningún caso llegamos a los valores máximos que declara aguantar, pero sí que la metimos un buen rato en un frigorífico a unos cinco grados de temperatura, y la tuvimos otro rato en un lugar donde le daba el sol directo. Por supuesto la metimos en el agua de una piscina e incluso la dejamos caer un par de veces a una altura de aproximadamente un metro. Siempre sobre superficies relativamente blandas (hierba y tierra), por lo que pudiera pasar…
Como digo, no es que nos la lleváramos a una Spartan Race pero sí que la sometimos a alguna que otra prueba y hay que decir que salió airosa. Es más, sí que tuvimos alguna vez problemas con la cámara en el sentido de que no respondía (nos hizo creer que se había agotado la batería cuando no era así porque al rato volvió a funcionar), pero en ningún caso fue después de algunas de estas “pruebas de esfuerzo” que os hemos contado.
Por cierto que ya que hablamos de la batería, hay que decir que su duración nos ha parecido algo corta para lo habitual en una compacta. No decimos el número de fotos porque las tomas fueron muy heterogéneas y no creemos que sea un dato fiable. Y es que, desde luego, para valorar esto hay que tener en cuenta su especial idiosincracia y que está pensada para enfrentarse a situaciones muy distintas a otras cámaras más comunes.
Rendimiento y calidad de imagen
En este apartado no tenemos más remedio que recordar que estamos hablando de una cámara compacta, con una buena cantidad de megapíxeles pero un pequeño sensor, lo que ya sabemos qué implica.
Por cierto que esto también significa que no hay opción de tomar fotos en formato RAW ni tampoco ofrece posibilidades de control manual. A cambio sí que tiene un montón de modos de disparo preestablecidos que permiten tomar imágenes en muy distintas condiciones o lograr efectos más o menos espectaculares.
Entre ellas están los que típicos modos miniatura o cámara de juguete, y también hay especiales para fotografía submarina, aunque quizá lo mejor es dejar el que ajusta automáticamente el mejor modo según la escena.
Para valorar la calidad de imagen hay que pensar que estamos hablando de una simple compacta con un pequeño sensor
También dispone de modos Panorámica y Time lapse muy interesantes y de un modo ráfaga para las tomas con movimientos rápidos (y al que se accede con un botón de acceso directo). Eso sí, nuestra experiencia con éste fue ambigua, ya que en algunas ocasiones las fotos resultantes aparecieron inexplicablemente quemadas o subexpuestas. Como decíamos, la cámara también se nos quedó colgada alguna que otra vez, así que no descartamos que la unidad probada pudiera tener algún problema menor.
Por lo que toca al ruido y la calidad de imagen, repetimos: estamos hablando de una compacta así que no le podemos exigir demasiado. Así por ejemplo, aunque la cámara es capaz de llegar a los 6.400 ISO en ningún caso recomendaríamos pasar de 1.600 porque el procesado que la cámara realiza a las fotos es exagerado. Tanto que una foto de 3.200 ISO ampliada al 100% puede hacernos parecer que lo que vemos es una acuarela y no una fotografía.
Por lo demás, cuenta con conectividad inalámbrica por WiFi que funciona de forma bastante sencilla (cosa que no es habitual) en conjunto con una app propietaria para smartphones. A través de ella podemos descargar las fotos en el móvil (para verlas y compartirlas) y también controlar la cámara desde lejos, aunque desgraciadamente si la sumergimos en el agua se pierde la conexión (como pudimos comprobar).
En este medio, el acuático, la cámara se porta y ofrece unas imágenes bastante interesantes como podéis ver. Eso sí, la pantalla LCD pierde casi toda su utilidad porque el brillo no es suficiente para usarla (quizá a profundidades mayores sea otra cosa, pero en una pequeña piscina…) y hay que hacer las fotos prácticamente a ciegas.
Por lo que toca al vídeo, en esta ocasión llega a la resolución Full HD a 60fps ofreciendo unos resultados en la línea de lo esperado. La tasa de refresco hace que el vídeo sea bastante estable pero la calidad de imagen no es que sea “para tirar cohetes”.
Fujifilm XP90, la opinión de Xataka Foto
Pequeña, atractiva y resistente, muy resistente. Podría ser la cámara ideal para regalar a los más pequeños y que así tengan un dispositivo que pueden usar en todo tipo de situaciones sin miedo a que se dañe. También podría servir para alguien que quiera iniciarse en deportes de acción y busque un modelo asequible pero resistente.
Eso sí, siempre y cuando no tengamos ningún tipo de ambición por controlar los parámetros de la toma y nos conformemos con la calidad que ofrece una simple compacta. Nada que ver con lo que solemos ver en las cámaras que probamos habitualmente, pero suficiente para simples aficionados sin grandes ambiciones respecto a qué hacer con las fotos (más allá de compartirlas en redes sociales).
La nota de la Fujifilm XP90 en Xataka Foto
6.8
Características7.2 Diseño y ergonomía7.2 Controles e interfaz6.2 Rendimiento6.9 Calidad de imagen6.5A favor
- Pequeña, atractiva y resistente
- Permite capturas Time Lapse y fotos panorámicas
- Conexión WiFi sencilla de usar
- Precio para todos los bolsillos
En contra
- Botones duros de accionar
- Excesivo procesado en ISO altos
- Bajo el agua la pantalla apenas se ve
- No permite control manual
fujifilm-xp90
Imágenes a resolución completa | Fujifilm XP90 en Flickr
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Fujifilm España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Fujifilm XP90, análisis: Una todoterreno para el ocio familiar
fue publicada originalmente en
Xataka Foto
por
Óscar Condés
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