Fukushima no existe. Pásame otro puro.

Por Cooliflower

En Cooliflower, desde su inicio, nos planteamos lavar la cara de la ecología para hacerla más amena. Pensamos (seguimos pensando) que la gente la rehuía por el mismo motivo que se espanta con la Teoría de la Relatividad: forma parte de la vida, es necesaria, sumamente importante pero se ve lejana, abstracta, de documental de la 2. La ecología es bonita en la naturaleza, en los campos, en las zonas rurales en las que muy pocos residimos. Menos de la cuarta parte de los ciudadanos españoles vive en núcleos por debajo de 10.000 habitantes… ¿En plena naturaleza? ¡Quizá un 5%! Por tanto, en su inicio, nos reciclamos para recuperar a los verdes cosmopolitas. Y concienciar resultó más sencillo de lo que parecía, porque la gente de las ciudades, la que no distingue un pino de una higuera, es la que decide sobre la naturaleza.