La vida de Casandra es casi perfecta hasta el día en que sufre un extraño accidente de tráfico que la deja en coma. A las pocas semanas, y tras una recuperación milagrosa, Casandra descubre que todo su mundo ha cambiado por completo: alguien ha empezado a acechar su casa y a su familia y además sufre una secuela inquietante que no puede controlar.Atrapada en una espiral de violencia y asesinatos a su pesar, perseguida por las autoridades y por algo más que no es capaz de entender, Casandra inicia una huida desesperada que se puede cobrar un precio enorme: su cordura y su alma.
Este pasado verano he tenido mi primer contacto con Manel Loureiro con El último pasajero. La novela – de la que todavía no hice la reseña – me pareció entretenida pero reconozco que me decepcionó un poco. Ahora se ha publicado su nueva novela, Fulgor, y decidí darle una segunda oportunidad al autor. Para quien no lo sepa Loureiro es uno de los pocos escritores españoles que ha logrado entrar en la lista de los más vendidos de Estados Unidos.El comienzo de Fulgor es muy potente. Dos chicas son llevadas hasta un bosque a las afueras y allí viven momentos terroríficos y escalofriantes. Con semejante comienzo esperaba que la historia fuera por el mismo camino, pero para mí gusto poco a poco se va desinflando. La verdadera protagonista de la historia es Cassandra una psiquiatra, esposa de policía y madre de un niño. Un día Cassandra sufre un accidente de tráfico que la deja al borde de la muerte y en coma durante tres meses. Es en estos meses, y sin posibilidad de comunicarse, cuando Cassandra comienza a darse cuenta de cómo han cambiado las cosas a su alrededor. Hay seres oscuros que hacen el mal, que dejan una marca negra y enrevesada, marca que señala a su próximo objetivo. Tras salir del hospital descubre esa marca en su vecindario, poco después en su propio domicilio. Pero no sólo eso ha cambiado, ahora es capaz de ver el aura de la gente. Un aura que, según el color, puede descubrir si pertenece al bien o al mal. La novela pronto se verá inmersa en una espiral de mentiras, asesinatos, violencia y odio. Cassandra tendrá que hacer malabares para no descubrir qué está ocurriendo, pues ¿alguien creería que es capaz de ver a seres oscuros que tienen cientos de años? Al mismo tiempo que trata de encontrar a personas que, como ella, sean capaces de reconocer a estos seres también tendrá que lidiar con un matrimonio maltrecho y con el cuidado de su pequeño Martín. La novela parte de una premisa interesante, aunque no novedosa. Los principios de capítulos, al igual que el inicio de la novela, son intensos y prometen algo que, para mi gusto, no termina de cumplir el autor. Quizás lo peor de la historia es que peca de previsible, los pasos de Cassandra no son difíciles de adivinar y eso resta un poco de interés. Uno de los personajes más interesantes, Logan, tiene poco recorrido, o al menos a mi me hubiese gustado que su participación fuese más importante. Al igual que el psiquiátrico “El trastero” creo que pudo haber dado mucho más juego en la historia. El estilo del autor, al igual que con El último pasajero, me ha parecido muy interesante. Se nota que tiene una imaginación desbordante y que sabe plasmarlo en el papel. Pero quizás a mi me hubiese gustado menos rodeo, una historia más directa y con mucha más acción. En cuanto a los personajes no tengo queja, al menos de los principales. Tanto Cassandra como Daniel, su marido, tienen mucho aplomo solidez. Cosa importante es que el autor no sólo se centra en la parte más de “thriller” de la historia. También nos hace participes del bache por el que pasa el matrimonio así como de los sentimientos de ambos y su relación con su hijo. En cuanto a los “oscuros” cumplen perfectamente los papeles de malos de la película. Como secundarios sin duda Logan es la pieza más destacable y es que cuando salía él era incapaz de despegarme del libroSeptiembre 2015 - Planeta / 488 Pág. / 19.90€
Aunque no destaque demasiado dentro del género Fulgor cumple con su cometido. Es una novela entretenida con momentos escalofriantes y sorprendentes. Para ser el thriller perfecto le ha faltado un poco más de acción y giros sorprendentes. Aún así recomendable para los amantes del género que quieran pasar un buen rato.