La cloración salina es uno de estos sistemas de mantenimiento que ha demostrado su eficacia en el tratamiento del agua de las piscinas. Mediante un proceso de electrolisis, se convierte en el sustituto perfecto del cloro, pues adquiere sus mismas prestaciones desinfectantes y protectoras frente a microrganismos, pero sin los efectos adversos de este.
De hecho, el agua tratada mediante este innovador sistema es un poco salada, no tanto para que resulte desagradable, pero sí lo suficiente para tener ciertas propiedades beneficiosas para la piel, incluso en casos concretos de determinadas enfermedades. De esta forma, no solo no sufriremos irritaciones, sino que mejoraremos la calidad de nuestros baños.
El precio de la cloración salina
Sin embargo, conviene ser conscientes que es necesaria una primera inversión relativamente cara. Solo un experto se puede ocupar de la instalación de un sistema de cloración salina. Eso sí, lo normal es que no haya que cambiar todo el sistema de depuración de nuestra piscina, bastará con añadir el mecanismo de electrólisis y algunas adaptaciones.