El Gobierno de Barack Obama no planea invitar a disidentes cubanos al histórico evento del viernes, en el que el secretario de Estado, John Kerry, izará la bandera de Estados Unidos en la embajada en La Habana, reporta la AP.
En lugar de ello, Kerry sostendrá una reunión de bajo perfil, más adelante en la jornada, con algunos prominentes activistas, dijeron funcionarios.
El rechazo de La Habana a contactos con políticos que se reúnen con la disidencia habría significado un dilema para los funcionarios estadounidenses que organizan la ceremonia en la embajada en La Habana, indicó la AP.
Los responsables habrían valorado que invitar a los opositores podría haber implicado el riesgo de un boicot por parte de las autoridades cubanas, incluidas aquellas que negociaron con Estados Unidos el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
Fuentes cercanas a los planes para la primera visita de un secretario de Estado en funciones a Cuba desde la Segunda Guerra Mundial, dijeron a la AP que Washington planea una solución negociada.
Los disidentes no serán invitados al evento de izado de bandera del viernes por la mañana, pero un pequeño grupo se reunirá con Kerry durante la tarde, en la casa del máximo diplomático de la embajada, donde habrá una ceremonia similar, con menos fanfarrias.
Reunirse con detractores del Gobierno en la embajada habría puesto en riesgo el nuevo espíritu de cooperación que Estados Unidos pretende engendrar, dijeron los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato debido a que no tienen autorización para declarar sobre el tema. Pero el no reunirse con ellos en ningún momento también habría enviado una señal negativa, añadieron.
“No sería una sorpresa que la diplomacia norteamericana priorice los contactos con el Gobierno de Cuba; es lo normal”, consideró Elizardo Sánchez, presidente de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. “Si nosotros llegamos (los funcionarios cubanos) se marchan”.
Disidentes consultados por la AP el martes por la tarde dijeron que por ahora no han sido invitados a ninguno de los eventos del viernes.
Tampoco han recibido respuesta periodistas independientes que han solicitado acreditación para cubrir la ceremonia en la embajada.
“Creo que lo correcto sería que, a pesar de que nosotros no estemos de acuerdo, se nos invite y se escuche nuestra voz. Eso es lo correcto”, señaló Antonio Rodiles, director del proyecto independiente Estado de SATS.
En una carta dirigida el martes a Kerry, el senador Marco Rubio nombró a Rodiles como uno de los disidentes que el secretario de Estado debería invitar a la embajada.
“Debería reunirse con los valientes líderes que luchan por liberar a Cuba e invitarlos a la ceremonia que presidirá en la nueva embajada estadounidense”, escribió Rubio. “Ellos, entre otros, y no la familia Castro, son los representantes legítimos del pueblo cubano”.
La cautelosa postura de Washington es consistente con la manera en la que Obama ha manejado el asunto del respaldo a los disidentes desde que anunció con Raúl Castro, en diciembre pasado, el acuerdo para restablecer relaciones.
El proceso derivó en algunos pasos unilaterales por parte de Obama para aliviar el embargo y en la transformación formal el mes pasado de las “secciones de intereses” de ambos países en embajadas.
Cuando la diplomática Roberta Jacobson sostuvo conversaciones en la Habana en enero pasado, se reunió con varios detractores del Gobierno hacia el final de su histórico viaje, pero fue mesurada en sus críticas a La Habana. Desde entonces, los políticos estadounidenses han viajado constantemente a Cuba para conocer el país, reunirse con los pequeños empresarios y conversar con dirigentes del Gobierno sobre la posibilidad de que Estados Unidos ponga fin a su embargo.
Según un conteo de la AP, más de 20 legisladores estadounidenses han viajado a Cuba desde febrero sin contactar con los grupos de la oposición.
Kerry se reunirá en La Habana con el ministro del Exterior de Cuba, Bruno Rodríguez. Es previsible que ofrezcan una conferencia de prensa conjunta.
El secretario de Estado norteamericano también planea dar una caminata breve por la capital cubana, de acuerdo con los funcionarios.
Fuente: Diario de Cuba