PONTIS ha colaborado con otras ONG del este europeo como People in Need y People in Perin, también eslovaca, así como con el Comité Internacional por la Democracia en Cuba, organización creada y financiada por el Instituto Internacional Republicano (IRI), que preside John McCain.
Tanto el IRI como la USAID son los principales financistas de PONTIS. Solo entre octubre de 2008 y septiembre de 2009, la fundación eslovaca recibió 108 millones de dólares destinado a brindarle ayuda a la contrarrevolución interna en Cuba.
Se supone que el dinero del contribuyente norteamericano facilitado por el IRI y la USAID sirva para derrocar a la Revolución cubana mediante acciones de apoyo a los presos contrarrevolucionarios, facilitar la entrada clandestina a la Isla de materiales para entrenar en Cuba a los mercenarios en lo que ellos llaman “periodos de transición”, brindarle apoyo material y técnico a contrarrevolución interna, en especial los “presos políticos” y fomentar acciones de apoyo a los llamados “disidentes” en Europa del Este.
Según algunos investigadores, uno de los principales intereses de la USAID es usar a la Fundación PONTIS como promotora en Cuba de las llamadas “revoluciones de colores” y para ello cuenta con personajes de la catadura moral de Francisco Chaviano González quien, según el programa del IRI que subvenciona a PONTIS, es el líder de una organización contrarrevolucionaria llamada Unidad Liberal de la República que reúne nada menos que a un grupo de 17 organizaciones.
Como escribió Jonathan Farrar, actual jefe de la Misión de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana en uno de los cables develados recientemente por Wikileaks:
“Habiendo dicho eso, vemos muy poca evidencia de que las organizaciones disidentes de la línea principal tengan mucha resonancia entre los cubanos de a pie. Sondeos informales que hemos realizado entre postulantes a visas y refugiados no han mostrado virtualmente ninguna percepción de personalidades o agendas disidentes. A juzgar por las reacciones que hemos escuchado de nuestros contactos disidentes, la acusación más dolorosa hecha por los comentaristas fue que los disidentes son viejos y fuera de contacto. Muchos de los dirigentes del movimiento disidente son por cierto comparativamente viejos. Antiguos disidentes XXXXXXXXXXXX tienen más de 60 años. Otros como Francisco Chaviano y su esposa Ana Aguililla, René Gómez Manzano y Oswaldo Paya tienen bastante más de 50”.
(...)
“Cuando interrogamos a dirigentes de la oposición sobre sus programas, no vemos plataformas hechas para atraer a una amplia muestra representativa de la sociedad cubana. En su lugar, su mayor esfuerzo se dirige a obtener suficientes recursos para mantener en vida de un día al otro a los principales organizadores y a sus principales seguidores”.Leer artículo completo de M. H. Lagarde