Hoy dedicamos nuestro post al museo proyectado por Francisco J. Sáenz de Oiza, que cumple 10 años, celebrándolo con actos especiales este fin de semana.En la pequeña localidad de Alzuza, cerca de Pamplona, y junto a la vivienda del escultor, se construyó su fundación, obra póstuma del arquitecto Sáenz de Oiza, amigo y colaborador suyo, que con sus palabras dijo que “la Fundación no puede caer en la contradicción de hacer una escultura para contener esculturas. Cuanto más elemental y simple resulte, más monumentales resultarán las esculturas que se ofrezcan en su interior”.Por tanto, se trata de un volumen de hormigón en tonalidad rojiza, con detalles en chapa negra uniendo el nuevo edificio con la vivienda, y colocado sobre una ladera aprovechando sus vistas. Destacan los lucernarios y las entradas de luz, que iluminan los espacios interiores buscando una sensación de misterio y vacío, acorde con la filosofía y el trabajo del artista.