Respecto a la primera cuestión. Durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX, los fundamentos de las matemáticas entraron en crisis. Las matemáticas son la ciencia básica por excelencia. Los fundamentos de las matemáticas deben ser sólidos para validar el conocimiento matemático. Por otro lado, el razonamiento matemático está basado en la lógica, y, el método científico se fundamenta en la existencia de axiomas- verdades incuestionables- a través de las cuales se puede deducir el resto de verdades matemáticas- por ejemplo- (los teoremas). De ahí, la importancia de que los fundamentos de las matemáticas sean sólidos "por lo que una de las grandes preocupaciones de las matemáticas ha sido el asegurarse de trabajar sobre cimientos bien establecidos." La lógica matemática ha tenido a matemáticas ilustres como Georg Cantor, George Boole y Gottlob Frege imprescindibles para comprender las matemáticas del siglo XIX y principios del siglo XX. Georg Cantor(1845- 1918) fue un matemático alemán que puso las bases de la teoría de conjuntos en relación con la lógica. Formalizó la noción de infinito. George Boole(1815-1864) fue un matemático inglés que transformó las proposiciones lógicas a ecuaciones matemáticas. Friedrich Ludwig Gottlob Frege(1848-1925) llevó un paso más adelante las ideas de Boole. Sentó las bases de la lógica matemática moderna. Escribió diferentes libros sobre los fundamentos de la aritmética. En 1893, cuando estaba escribiendo un segundo libro sobre los fundamentos de las matemáticas, recibió una carta de Bertrand Russell que le planteó una paradoja. En aquella carta, Bertrand Russell plantea una pregunta: "¿el conjunto de los conjuntos que no forman parte de sí mismos forma parte de sí mismo?" La respuesta a esta pregunta originaba una paradoja: "si no forma parte de sí mismo, pertenece al tipo de conjuntos que no forman parte de sí mosmos y, por lo tanto, forma parte de sí mismo. Y si forma parte de sí mismo, entonces no es un conjunto que no forma parte de sí mismo, así que no puede formar parte." En conclusión, sólo formará parte de sí mismo si no forma parte de sí mismo. Esta paradoja echaba por tierra los fundamentos de la argumentación de Frege. Más tarde, Bertrand Russell logró burlar la paradoja en su obra Principia Mathematica sobre los fundamentos de las matemáticas. Otra aportación fundamental para las matemáticas fue la del matemático David Hilbert. Impartió una conferencia en el Congreso Internacional de Matemáticas en 1900. En ella anunció los 23 problemas más importantes para las matemáticas en el siglo XX. En la lista figuraban estos dos problemas: 1. "Problema de Cantor sobre el cardinal del continuo. ¿Cuál es el cardinal del continuo? 2. "La compatibilidad de los axiomas de la aritmética. ¿Son compatibles los axiomas de la aritmética?" En 1920, David Hilbert lanzó el Programa de Hilbert "que pretendía formar un conjunto de axiomas finito y completo de la aritmética y probar que eran consistentes." Con ello quedaba demostrado la consistencia de las matemáticas. Así, confiaba superar las paradojas como la de Russell. Pero, Kurt Gödel echó por tierra su trabajo. Gödel probó que un sistema axiomático, si el sistema es consistente no puede ser completo. Además, la consistencia de los axiomas no puede ser probada dentro del sistema.
Respecto a la segunda cuestión. En 1935, Alan Turing participó en la Universidad de Cambridge en un curso avanzado sobre los fundamentos de las matemáticas impartido por Max Newman. El curso estaba basado en el trabajo de David Hilbert. En su obra se planteaba tres cuestiones:
1- ¿Son completas las matemáticas?
2- ¿Son consistentes las matemáticas?
3- ¿Son computables?
El seminario de Max Newman concluía con una demostración del Teorema de Incompletitud de Kurt Gödel, "que afirmaba que la propia aritmética era incompleta y que su consistencia no podía probarse dentro de su propio marco axiomático." Este seminario sería un punto de inflexión para el desarrollo de las ideas de Alan Turing.