Bajo crecimiento económico, poco empleo y unas finanzas públicas débiles. El cierre de año previsto para la economía salvadoreña no es alentador, afirmó este jueves la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
El tanque de pensamiento presentó hoy a periodistas su Informe de Coyuntura Económica. Según los analistas de la Fundación, este año no se han percibido mayores cambios en el desempeño de la economía.
Bajo crecimiento
El crecimiento económico de El Salvador sigue débil y esto se traduce en una magra generación de empleo formal, indicó Pedro Argumedo, analista del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de Fusades.
El Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) ya no crece al mismo ritmo. En septiembre pasado avanzó 1.4 %, pero hace años, en ese mismo mes, creció 3.2 %. Esta desaceleración se explica por la caída del sector agropecuario y en general un menor dinamismo en el resto de actividades.
Poco empleo formal
Si la economía crece poco, las posibilidades de generar empleo formal se reducen, señaló Fusades. Citando las estadísticas de cotizantes del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), Fusades indicó que el empleo formal solo creció 1.5 % anual hasta agosto pasado.
Entre agosto de 2017 y agosto de 2018 se generaron 12,433 plazas. No obstante, según cálculos de Fusades, cada año ingresan al mercado laboral 55,000 personas, por lo que la mayoría se ve obligada a trabajar en el sector informal de la economía.
Menos inversión
El bajo crecimiento de la economía y la poca generación de empleo están conectados a la inversión privada. Fusades mide el clima de inversión a través de sus encuestas periódicas y al término del tercer trimestre la percepción sobre la idoneidad del país para invertir se mantuvo en negativo. Incluso más que hace un año, cuando el país estaba en medio de una crisis fiscal.
Además, la inversión extranjera directa se redujo a $287.4 millones en el primer semestre de este año. En el mismo período de 2017 se ubicó en $406 millones.
Las finanzas públicas
Aunque este año las noticias sobre las necesidades de recursos en el Gobierno menguaron, las estadísticas demuestran que las finanzas públicas siguieron en deterioro.
Carolina Alas de Franco, analista de Fusades, señaló que el déficit fiscal (la diferencia entre ingresos y gastos) escaló a $427.9 millones en octubre, 92.7 % más que hace un año, cuando se ubicó en $222 millones. La deuda pública alcanzó los $18,429 millones hasta ese mes.
En medio de ese panorama, la Asamblea Legislativa aprobó reformas a la ley de responsabilidad fiscal que, lejos de mejorarla, hicieron que perdiera credibilidad, advirtió Alas. Las reformas hicieron más laxa a la ley y pasaron la responsabilidad del ajuste fiscal a la administración que asumirá las riendas del país entre 2019 y 2024.