La cocina de fusión está de moda. Estamos de acuerdo, ¿verdad?
Pero la cocina de fusión no es una novedad mundial del siglo XXI. Ni mucho menos.
Si hacemos un repaso a las cocinas de la mayoría de países –cocinas tradicionales, quiero decir-, nos daremos cuenta de que hay muchos platos que podrían entrar en esta categoría.
Un caso sería el de Japón con el ‘California Roll‘, un maki que lleva aguacate y surimi y que se ha acabado integrando en la cocina nipona procedente, como su nombre indica, de Estados Unidos.
No voy a entrar a valorar la mente perversa que decidió convertir un rollo de sushi en esto, pero el caso es que no se puede negar que ha triunfado en todo.
La cocina peruana es otro ejemplo de fusión
Ya?
Exacto: el cebiche.
Y si paráis un momento a pensar que es un cebiche, verás enseguida que es un plato de fusión: pescado crudo marinado con limón y cilantro.
Pescado crudo, sí. O sea, Japón.
¿Y por qué el plato estrella del Perú es fruto de la fusión con la cocina japonesa?
Pues porque en el país andino la inmigración del país del sol naciente ha sido siempre muy importante -total, y perdonad la simplificación, sólo tienen que atravesar el océano-.
Sólo hay que recordar el infame Alberto Fujimori para darse cuenta. Un señor peruano de ascendencia indiscutiblemente japonesa, que gobernó el país durante diez años.
Así pues, los peruanos incorporaron el pescado crudo en la dieta pero lo adaptaron, como no podía ser de otra manera, a sus gustos, marinándolo y añadiendo especies propias del país. El resultado seguro que lo conocéis, porque de restaurantes peruanos han abierto una montaña en los últimos años, y hay que decir que es delicioso.
Si eres de los pocos que todavía no la ha probado, os animo a pedir un cebiche para descubrir una manera diferente de comer el pescado crudo. Está claro que los catalanes de eso ya sabemos desde hace muchísimo tiempo. Me refiero, claro, a la esqueixada de bacalao.
Puedes ver la receta en el blog pulsando en el siguiente enlace: Fusión a la peruana – El Cebiche y el Maki.