Asumir la dirección deportiva de un club de base no es tarea fácil, lo primero que interiormente piensas es:“ buena idea, están buscando un perfil de persona dinámica, formada y preparada en la tutorización y formación de niños/as y padres”
Hoy en día la labor que desempeña una Dirección Deportiva en cuanto al Fútbol Base dentro
en cualquier tipo de club, es muy importante, debido a que es la persona o grupo de personas
que deben conocer y dar respuesta eficaz al ámbito del pequeño deportista. Cuando nos
referimos a los ámbitos del deportista hablamos del deportivo, escolar, social y familiar.
A vista pública son pocas las funciones que se atribuyen a esta figura muy de moda en la
entidades deportivas, en cambio, son infinidad las gestiones diarias que realizan resolviendo
todo tipo de adversidades que rodean a los pequeños deportistas.De entre todas las funciones
que se le atribuyen a esta figura destaco
LA RELACIÓN CON EL ENTORNO DEL DEPORTISTA
Cuando hago referencia al entorno del deportista, hablo de todos los agentes directos e
indirectos que influyen en la vida cotidiana del niño/a. Hoy en día, encontramos diferentes
tipos de familias: primer matrimonio, familias “bis”( padres separados con hijos de otros
matrimonios que se emparejan en nuevas relaciones), familias monoparentales( después de
separarse crían a los hijos en soledad). Las diferentes estructuras familiares repercutirán de
una manera directa en todos los ámbitos del niño, entre ellos el fútbol.
En la gran parte de los casos los diferentes conflictos familiares se verán reflejados en el propio
niño/a, creando situaciones de inestabilidad emocional y exigencia deportiva, que por
desgracia está aumentando en la gran parte de clubes que trabajan la base, alcanzando cotas
inexplicables a lo largo de la geografía española.
En los último años instituciones, asociaciones, federaciones y clubes pusieron en marcha
diversas campañas de concienciación para erradicar este tipo de comportamientos en loscampos de fútbol. Aún así diferentes estudios presentados (Gobierno Vasco, 2011) revelan que
el entorno del jugador es una de las principales áreas de conflicto en el deporte escolar.
Durante cada fin de semana miles de padres asisten a las competiciones de los pequeños
deportistas siendo parte importante en dicho evento pero no imprescindible, en muchas
ocasiones las frustraciones propias de los progenitores son exportadas a sus niños, animando
de una particular manera a que su hijo le preste más atención a las indicaciones propias, que a
las del entrenador.
Gritos como: “pasa, regatea, tira, juega más adelantado…”, son algunas de las muchas
indicaciones que podemos escuchar en cualquier campo donde compiten niños. La óptica
individualista con la que la gran mayoría de los padres ven el fútbol, no hace más que dañar la
autoestima del niño, llegando en algunos casos a alcanzar extremos impensables, y en otros
incluso el abandono de la práctica deportiva por parte de los niños.
Las medidas de respeto al rival, medidas restricitivas de acceso a campos y campañas de
concienciación sobre los valores que fundamentan el deporte, deben hacer reflexionar a la
sociedad de qué valores estamos mostrando a los más pequeños.
El fútbol en nuestro país, se han alcanzando cuotas ridículas donde las exigencias
extradeportivas están por encima de las meramente deportivas. Padres, madres, abuelos y
demás familiares que aducen a un campo de fútbol, deben animar, aplaudir y valorar el
esfuerzo que tanto niños como clubes realizan a lo largo de todo la temporada.
Sólo así, desarrollando una educación cívica, social y cultural en el deporte, y haciendo
partícipes de la misma a todos los ámbitos que rodean al pequeño deportista, seremos
capaces de mejorar conductas inapropiadas que día a día se suceden en los campos de fútbol
de nuestro país.
Grado en Educación Primaria- Atención a la Diversidad
Monitor de Fútbol BaseEx Coordinador Fútbol Base
Director Escuela de Fútbol Base
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