A usted, lector aficionado, le pueden poner el precio que al club le de la gana a su entrada por ver un encuentro, el mismo que pagará hasta donde fuere por fichar a un jugador, dos o catorce. Pero pagar los impuestos en tiempo y forma, eso es de otros. Por cierto, ¿la RFEF lo sabía? Claro que lo sabía. Y… pues, que a lo sumo ha intervenido para decir a los clubes dos cosillas, una que había que negociar la deuda con el ente público (ya esta negociada), y otra -en plan serio, pero serio, serio-, que el que no se ponga al día en unos años, podría perder la plaza en su categoría. Ya hemos cumplido.
¿Efectos de la crisis? No. Pues hay clubes que arrastran deudas desde los 90. Mas, donde la crisis se ve es en otros casos del mismo deporte. Hace tan solo uno días un club, el Eldense, enviaba una notificación a los padres de los niños que pertenecen a su escuela de fútbol, en la que dejaba clara constancia de que aquellos que no pagan las cuotas estipuladas están creando un agravio comparativo con los que sí las abonan, ya que con ese dinero se pagan los recibos arbitrales, cobran los entrenadores y se atiende otra serie de gastos, justifica el club, al que no le falta razón. Por lo que, si no se ponen al día, sus hijos tendrían que abandonar la escuela de fútbol.
Eso sí es duro. Pues, ha quedado demostrado en el expuesto caso, que los que no pagan la cuota, alrededor de 160 euros/año, tienen como causa y motivo el encontrarse sin trabajo. Lo que es la vida.Unos gastando lo que no tienen y dejando deudas por el camino, mientras otros sufren las consecuencias. Vamos, como ha ocurrido casi siempre en todas las facetas de la vida. ¿Apuestan algo a que esto no va a cambiar?.