Fútbol italiano: Un gigante con los pies de barro

Publicado el 22 noviembre 2017 por G_artetxe @g_artetxe
Italia es un país que siente el deporte rey como pocos en el mundo. Cualquier momento es bueno para comenzar una conversación con el balón de por medio. Los últimos tiempos no han sido buenos para la Serie A pero ahora la situación parece estar cambiando, ¿o no?

La noticia hace unos días de la bancarrota del Módena ha pasado bastante desapercibida aunque la situación del conjunto de la Emilia-Romaña era desesperada y se veía venir. Se inscribieron para participar en Lega Pro, la tercera categoría del calcio, en el último momento y a pesar de que la Liga ha gastado más de medio millón de euros para que pudiesen competir, sus futbolistas estaban en huelga al no haber cobrado en lo que llevamos de temporada. No se presentaron a los últimos 4 partidos [lo que ha generado su expulsión de la competición] e incluso han tenido que abandonar el Alberto Braglia, su terreno de juego, al no hacer frente a sus pagos.
Tras la declaración, los jugadores y el cuerpo técnico han quedado en libertad para fichar por otro equipo. Con la salida de los actores principales se pone fin a 105 años de historia, si bien es cierto que tras la aprobación, por parte del CONI y la FIGC, de la Ley Petruccien 2004 los clubes en bancarrota que se refunden podrán mantener su historial.
Por desgracia esta situación no es nueva en Italia y aunque los conjuntos de la Serie A están a salvo tras los casos de Nápoles, Fiorentinay Torino, en los últimos 5 años hasta 20 equipos profesionales de categorías inferiores no han podido hacer frente a sus pagos y se han visto abocados a una refundación.
En caso más dramático, tal vez, sea el del Parma, subcampeón de la Serie A en 1997, ganó la Coppa Italia en tres ocasiones y a nivel continental ganó una Copa de la UEFA, una Recopa y una Supercopa. En 2015 se vio obligado a declararse en bancarrota y descendió a la Serie D. Los años de gloria pronto quedaron olvidados y sus leyendas; Hernán Crespo, Faustino Asprilla, Antonio Benarrivo o Luigi Apolloni; son sólo un recuerdo en unos aficionados que esperan el regreso de su club, con otro nombre pero la misma historia, a la Serie A.
Además, conjuntos más modestos como Latina, Siena o Como también han vivido situaciones parecidas, si no idénticas. Otros, como el Pisa, han tenido más suerte y sólo han recibido una deducción de puntos por mantener deudas con su plantilla. Lo cierto es que el fútbol italiano puede estar a las puertas de una situación delicada.
La situación económica no es la mejor para sus equipos más modestos y en los últimos tiempos estamos asistiendo a la llegada a la Serie A de clubes acostumbrados a trabajar con rigurosidad y con pocos recursos. Benevento, Crotone o Frosinone son algunos de estos ejemplos. Otros equipos, o más bien sus dirigentes, no han sido capaces amoldarse a nuevas circunstancias y a manejar menos recursos económicos y por ahí puede encontrarse alguna explicación a la situación de algunos clubes.
La Serie A parece estar reverdeciendo laureles y de hecho, la temporada 2017/18 puede ser una de las más entretenidas de los últimos tiempos. Sus mejores equipos luchan por los títulos en Europa y se realizan inversiones millonarias, pero el fútbol italiano también lo forman otros conjuntos, más modestos y sus debilidades, a la larga, pueden suponer un lastre para los equipos más poderosos: Cuanto más débil es una competición, menos competitivos son sus equipos.
Está claro que los dirigentes de los clubes deben ser conscientes de que no todo vale a la hora de conseguir sus objetivos deportivos y que el endeudarse no es el camino para conseguirlo ya que el futuro pasa por una acertada gestión en el presente. Por otro lado, la reducción del número de equipos profesionales puede ser otra solución, pero seguro que no gusta a todos. Llegar a un consenso es la clave para resolver un problema que puede ir a más en el futuro.
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