¿Quién dijo que el fútbol no es literario? Claro que es literario.
Si tuviera que elegir al equipo literario por definición, sin duda elegiría al Atlético de Madrid, al “pupas”, a “los colchoneros”, siempre a la sombra del grande y señorial de los señoritos del Real Madrid. Y mientras han visto celebrar en Cibeles tantos títulos ellos, los del atleti, a verter sus lágrimas al Manzanares. Muchas veces, después de guerrear cual gladiadores en el césped, han llegado a disputar finales, claro que sí, pero más son las veces que han tenido que volverse a casa cabizbajos, diciéndose si ya lo sabía yo que iba a pasar. Pero al día siguiente: otra vez rojiblancos, colchoneros, del atleti ¡como siempre! Una vida trágica, la de un personaje literario lleno de pasión, brío, alma, pura vida poética, que vive entre la euforia y la desazón.
Claro que el fútbol es literario. Pero hoy creo que tengo un no se qué que me dice que la historia esta noche acabará bien, algo me lo dice. Hoy lo siento así. Es como cuando estás leyendo ese libro y lo ves venir. Pero claro, a veces el final del libro te sorprende por inesperado o no deseado. Hoy soy del atleti, me gusta ese modo de vivir apasionado, poco señorial, donde una derrota se vive con resignación y se remoja en el bar con un par de cubatas, porque somos así de pupas y, ¿qué querías que pasara? Pero no, que no. Hoy ganaremos porque he decidido que el guión está escrito, es perfecto, en el Bernabéu, la propia casa del eterno rival ahí, donde más les va a doler. ¿Se puede escribir un mejor final para esta historia? Creo que no.