No podemos negar quienes renegamos del fútbol moderno, del negocio por encima de las pasiones, que la historia de este deporte nos suele despertar esa mezcla de fascinación y añoranza de unos tiempos en los que el deporte rey se movía entre el querer y el poder, en la abnegación y el abrazo a una nueva práctica deportiva que sin pausa acabaría inundándolo todo.
No es menos cierto que todo aquello que ocurrió al otro lado del telón nos produce una mezcla de curiosidad, admiración y, por qué no decirlo, un cierto exotismo por lo desconocido. La URSS supone una fuente inagotable de curiosidades para quienes nacimos y nos criamos en occidente. Fútbol y URSS son una ecuación perfecta.
Y así nos lo presenta "Fútbol y poder en la URSS de Stalin", obra de mario Alessandro Curletto que ha sido publicada en España por Altamarea y que nos acerca al fútbol soviético, a los difíciles orígenes de los primeros clubes moscovitas y a la épica de los heramanos Stárostin.
Y es que este pequeño libro nos cuenta esa historia, la del Krasnaya Presnya, germen de lo que después sería y es el Spartak de Moscú. Pero no solo eso. Nos habla de cómo se levantó un club desde cero en uno de los barrios proletarios más pobres del Moscú postrevolucionario, de cómo un club conquistó a las masas obreras que veían en él al club construído desde abajo frente a los demás que surgían de los despachos y los cuarteles. Nos cuenta la gesta, pero también la persecución, el papel de la NKVD muy vinculada al Dinamo o el apoyo popular al único club no vinculado a organismos estatales como el Ejército Rojo (CSKA).
En este pequeño libro también hay lugar para la anécdota como el partido amistoso en la Plaza Roja ante el mismísimo Stalin o la victoria sobre la poderosa selección vasca que ya había derrotado al Dinamo o al CSKA.
Una lectura amena, bien narrada y que seguro que hará las delicias de cualquier apasionado del fútbol o interesado en las políticas deportivas en la URSS.