Futuras repercusiones del cambio climático, ¿o quizás no tan futuras? (1)

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

Nuestra preocupación por las repercusiones del cambio climático no es reciente, y va camino de convertirse en uno de los problemas más importantes y complejos a los que se enfrenta la Humanidad.

Aunque el clima sufre cambios de manera natural, con este concepto denominamos al cambio causado por la actividad humana al alterar la composición de la atmósfera. Esperamos consecuencias que están por llegar y amenazan nuestro estilo de vida.

¡Pero quizás algunas de estas consecuencias ya se están manifestando!

Una de las manifestaciones más evidentes del cambio climático es el aumento de la temperatura global en la superficie de la Tierra. Este calentamiento es debido a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, lo que ha supuesto un incremento de la temperatura media global de más de 1º C desde el inicio de la Era Industrial.

Hay estudios que vaticinan que para finales del siglo XXI la temperatura media del Planeta podría elevarse entre 2º y 6º C. Este nuevo escenario de temperaturas en la Tierra alteraría las pautas de las precipitaciones, alargándose las sequías, aumentando las inundaciones, y provocando un incremento en el nivel del mar.

Según se ha estudiado, la concentración de CO2 en la atmósfera ha pasado de 280 partículas por millón (ppm) al principio de la era industrial a superar los 400 ppm en 2013.

Lo mismo ha pasado con las concentraciones de otros gases de efecto invernadero (GEI), como el metano y el óxido nitroso, responsables junto al CO2 del calentamiento global de la Tierra.

También ocurre que, en nuestro contexto diario, una variación de 5°C pueden no parecer gran cosa, sobre todo en algunas regiones con climas casi desérticos, pero esa diferencia en la temperatura media global es la que se ha dado entre la era glacial y nuestras temperaturas actuales.

Los cambios en las temperaturas globales no se distribuyen uniformemente, por lo que existirían zonas en las que el calentamiento superaría la media con creces.

Los continentes se calientan mucho más deprisa que los océanos, por lo que en las grandes extensiones de terreno como África sufrirían el rigor de estos incrementos. A modo de ejemplo, un incremento de 2°C en la temperatura media mundial supondría un aumento de 4°C en el África central.

El Ártico, donde el derretimiento del hielo produce una retroalimentación positiva, también sería ostensibles los efectos del calentamiento global

Y las consecuencias no solo afectan a las temperaturas. En un mundo más cálido hay una mayor evaporación, lo que tare consigo una mayor media de precipitaciones. Y lo que es más importante, esto significa también más energía en el ciclo del agua.

El aumento de la intensidad del ciclo hidrológico, provocando más tormentas, crecidas torrenciales y sequías, nos llevaría a enfrentarnos a sistemas que aún no comprendemos bien, por lo que lo único que podemos hacer es realizar elucubraciones y conjeturas.

Nos vamos a ocupar ahora de una repercusión debida al calentamiento de los océanos y su correspondiente expansión. ¡Has acertado! nos referimos al aumento en el nivel del mar.

Como hemos comentado anteriormente, la transferencia de calor en el medio marino es un proceso lento, lo que implica que, aunque nos pongamos manos a la obra para reducir el calentamiento global, el nivel de nuestros mares y océanos continuará creciendo durante los próximos siglos.

A esto se le une las aportaciones de agua procedente de glaciares y hielo que se están fundiendo principalmente en el Ártico.

Algunos modelos climáticos predicen un aumento del nivel del mar de entre 18 y 59 cm de aquí a final de siglo

Situémonos en Groenlandia. Si este territorio sufriera calentamiento sostenido equivalente a una media global de unos 3ºC, existen estudios científicos que anuncian que su hielo terminaría por desaparecer.

Aunque este proceso duraría miles de años, contribuyendo al año a un incremento del nivel del mar de entre 1 y 3 milímetros, estaríamos frente a unas consecuencias irreversibles y sin marcha atrás.

Por otra parte, y según nos comenta el físico noruego Kenneth Knudsen, es previsible que la masa de hielo de la Antártida aumente como consecuencia del incremento en las nevadas, aunque en un futuro disminuya hielo permanente de este continente provocando un considerable aumento del nivel del mar. Todo esto no es cuestión de años, sino de siglos de cambios sigilosos e irremediables.

Si tenemos en cuenta que algunas de las ciudades más grandes del mundo están cerca de la costa, un aumento de 1 metro en el nivel del mar implicaría perder entre un 20 – 25% de su superficie y millones de personas afectadas. Tomaría sentido el concepto de refugiados climáticos.

En nuestra próxima entrega desarrollaremos las repercusiones del cambio climático sobre la agricultura, el agua, los ecosistemas y sobre nuestra salud.

¿Alarmante? Lo que es sin duda preocupante es vivir en la ignorancia y no ser consciente de lo insostenible que es nuestro actual estilo de vida.

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