Con un café en la mano y una mala noche de vueltas y vueltas detrás, me encuentro este vídeo sobre la cantera del Madrid. Me ha hecho sonreír, y recordar sueños propios y de amigos. Sueños de cuando uno pensaba que “quizás algún día”, mientras andaba por el Parque Norte a la vista de la Ciudad Deportiva. De partidos en una plaza llena de columpios y bancos, los defensas más duros que te puedas imaginar. De paredes con muros y tiros a la cartera, que postes sólo había en los campos de verdad. Sueños de barro, de polvo, de marcadores imposibles, como 25 a 25. De alineaciones hechas a golpe de amistad, que era más importante jugar con el que mejor te llevabas que con el que mejor te pasaba.
Si, se que no tienen mucho que ver estos deseos de cuarentón con la preparación que ahora tienen los chavales de Valdebebas, con esos uniformes y campos carísimos, con ese seguimiento casi de laboratorio. Pero creedme, la ilusión y los sueños no han cambiado. Son de la misma pasta. Ojalá cumplan esos sueños, y yo parte de los míos viéndolos jugar en el equipo que los ha hecho realidad tantas veces. Que tengan un futuro blanco y hagan más grande la historia a base de jugadas de ilusión, esfuerzo y sueños.
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