Electrificación Automotriz: Desafíos y Oportunidades del futuro coche eléctrico
Buenos días, señores, soy Johnny Zuri y hoy, en este espacio que compartimos, quiero hablarles de algo que está revolucionando nuestro mundo: el futuro de los autos. Y sí, amigos, parece que lo de hoy, lo de mañana, y lo del día después de mañana será eléctrico. Ahora bien, ¿qué implica esto realmente? ¿Cuáles son los retos que enfrentamos para convertir este sueño en realidad?
Voy a contarles algo que ocurrió hace algún tiempo en España. El Partido Popular, uno de los grandes actores en el escenario político de ese país, lanzó una idea que podría ser la chispa que encienda la revolución eléctrica en la industria automotriz. La propuesta era simple, pero potencialmente transformadora: utilizar una porción de los fondos europeos de recuperación, esos que surgieron a raíz de la devastadora pandemia de la COVID-19, para convertir nuestros vehículos a gasolina en eléctricos. Sí, señoras y señores, convertir, no reemplazar.
¿Recuerdan esa frase de Henry Ford que decía: «¿Si hubiera preguntado a la gente qué querían, hubieran dicho caballos más rápidos»? Bien, pues ahora la pregunta sería, ¿qué pasaría si le preguntáramos a la gente qué quiere para sus coches? Yo opino que la respuesta sería: autos más limpios, más eficientes y, por qué no, eléctricos.
Ahora bien, ¿cómo se haría esto? ¿Cómo lograr que ese coche que tenemos en el garaje deje de depender de los combustibles fósiles y empiece a alimentarse de electricidad? Según lo que reveló el diario El Mundo, la iniciativa propone un plazo de seis meses para adoptar las medidas necesarias que hagan más ágil y sencilla la transformación de los motores. Esto implica una serie de reformas en el sector automotor y una reducción de los costos de los trámites e inconvenientes burocráticos.
Y, ahora que lo pienso, ¿recuerdan aquella canción de Bob Dylan, «The times they are a-changin'»? Pues bien, podríamos decir que estos son tiempos de cambio para la industria automotriz. ¿Será 2035 el año en que veamos una electrificación total, como prevé la Unión Europea?
Pero, antes de seguir divagando, quiero plantearles una pregunta: ¿Cuánto cuesta convertir un auto de combustión a eléctrico? Resulta que, en Argentina, allá por diciembre de 2019, los costos de conversión rondaban entre 8.000 y 15.000 dólares, dependiendo de las baterías y otros componentes. Imaginen un Volkswagen Fusca, también conocido como el Escarabajo, de 1982, surcando las calles sin emitir un solo gramo de CO2. ¿No les parece una imagen fascinante?
Ahora bien, hay que ser realistas. No todas las conversiones serán igual de exitosas, ni todos los autos podrán alcanzar la velocidad de un bólido eléctrico de alta gama. En el caso del Fusca que mencioné, por ejemplo, el motor original fue reemplazado por un generador eléctrico trifásico de 30 kW, con lo que la velocidad máxima quedó en 80 km/h, y la autonomía se situó alrededor de los 80 kilómetros. Pero, como decía Platón, «El primer y principal punto de superioridad se halla en esto de vencer y no vencerse», ¿no es cierto? Y, en este caso, considero que el primer paso hacia la victoria será asumir estos retos y seguir avanzando hacia un futuro más eléctrico.
Así que, damas y caballeros, no me queda más que invitarlos a reflexionar sobre todo esto. ¿Estamos preparados para decir adiós a los motores de combustión? ¿Estamos listos para recibir con los brazos abiertos a la era eléctrica? Yo, por mi parte, creo que sí. Pero ¿y ustedes? ¿Qué opinan?