Nuevos avances para el logro de órganos de reemplazo
Hace unos años ya escuchamos una estupenda nueva en el camino para lograr órganos de reemplazo que puedan ser construidos con impresoras en tres dimensiones desde las propias células de un paciente. Un conjunto de bioingenieros de múltiples universidades norteamericanas consiguieron crear redes vasculares para dar soporte vital a esos órganos.
Un nuevo paso para reducir, así, las listas de espera en los casos de trasplantes de órganos. Uno de los primeros fue la Universidad de Connecticut merced a la creación de un pequeño riñón artificial funcional.
Un prototipo prácticamente realista que podía filtrar toxinas de la sangre y que suponía el paso inicial para un futuro más esperanzador para aquellas personas que dependen de una máquina de diálisis. Y es que el propósito de la bioimpresión de órganos sanos y funcionales está impulsado por la necesidad de progresar las cantidades en lo que se refiere a trasplantes de órganos. Solo en el país de origen de estas investigaciones, más de cien personas se hallan aguardando un donante compatible que les pueda salvar la vida.
España, ejemplo mundial en donación y trasplantes
Conforme a datos de la Organización Nacional de Trasplantes , a lo largo del pasado dos mil dieciocho se alcanzó la cantidad de cuarenta y ocho donantes por millón de personas, lo que ha permitido poder efectuar cinco mil trescientas catorce intervenciones. Una nueva cifra récord de donde resalta de forma esencial el incremento de aquellas personas que donan pasados los sesenta años y que suponen un setenta y cinco por ciento del total de donantes.