De por si, fue un fracaso la estructura en las elecciones a cargo de Morales Mendoza, aunado a la división y malestar que ha provocado, ahora que ya es delegado estatal ya no debe invadir la esfera partidista y menos es autoridad para mandar o dar órdenes a los candidatos electos, como lo ha hecho hasta ahorita sin ninguna facultad ni autorización.
Como se recordará Leonel Serrato, ex candidato a la presidencia municipal de la capital potosina por Morena, había señalado que al igual que el diputado Jesús Cardona Mireles aceptó sobornos de los Gallardo para que votara por la modificación al contrato de lámparas leds, Gabino Morales y Sergio Serrano dirigente estatal del partido, habrían recibido “moches” del PRD para que bajaran a como diera lugar el perfil de los candidatos locales a diputados locales y federales, alcaldes y senadores.
Y lo cual se notó a leguas que lo lograron, mediante la división, la simulación, desvió de recursos y abandono de sus funciones, para favorecer al PRD, que ganó diputaciones, alcaldías y hasta la primera senaduría, increíblemente, de manera fraudulenta, compra de votos y sobornos a líderes de Morena, candidatos opositores y autoridades electorales.
La mayoría de los candidatos morenistas no tuvieron el apoyo ni de Sergio Serrano ni de Gabino Morales en las elecciones y menos ante las autoridades electorales ni en los tribunales donde se presentaron impugnaciones contra el PRD y otros partidos, como en el caso de Rioverde, Soledad y otros municipios de la huasteca.