El viernes pasado fue una fecha especial, queríamos salir a cenar y encontrar una noche diferente en la ciudad. Por ese motivo con mi novia coincidimos en visitar Gabriela Restó, una nueva propuesta gastronómica que abrió sus puertas en diciembre de 2013. El lugar es una casa antigua totalmente refacccionada, con vista al Puente Colgante.
Es un lugar que se diferencia totalmente del resto, ¿por qué? Porque es un restaurante a puertas cerradas y eso significa que la única forma de poder acceder es reservando una mesa previamente, ya sea por facebook o por teléfono. La idea es brindar un servicio de atención totalmente personalizado, en un ambiente íntimo y con una propuesta gourmet diferenciada.
La idea de comer a puertas cerradas es de origen un tanto incierto. Existen varias versiones, entre las más difundidas están las historias de Berlín y Cuba. Al parecer, la primera ocurre a pocos años de la caída del muro, cuando todavía existía algo de opresión y lucha por la libertad de expresión. En un principio, fueron apareciendo como propuestas alternativas a los restaurantes tradicionales, en ambientes no convencionales donde se juntaban a disfrutar de una cena a pura cocina y arte.
Y la segunda, quizás la más aceptada por todos, tiene su origen en Cuba. Dicho país se considera entre los precursores de esta moda, estos lugares se conocían como “paladares”, funcionaban en los garajes de las casas, donde se servía comida local, usualmente a turistas. Eran técnicamente ilegales, ya que no pagaban impuestos ni tenían licencia. Durante los años ’90, se formalizó el modelo de negocio y pasaron a formar parte del mercado legal.
Cena en Gabriela Restó
Llegamos a las 21 hs. al restó y muy amablemente Ivana -maître del lugar- nos da la bienvenida y nos invita a ubicarnos en algunas de las mesas ya preparadas. Nos habla sobre la historia del lugar, la decoración del mismo y nos propone recorrerlo como si estuviéramos en nuestra casa. Pasados unos minutos, nos trae la carta de bebidas. En su mayoría son vinos de bodegas reconocidas a nivel mundial, aunque también cuenta con algunas marcas de cerveza y gaseosas.
Lo primero en llegar a la mesa fue un cocktail a base de hesperidina y un bombom de queso azul con frutos secos, algo que no habíamos probado nunca y nos gustó mucho. Mientras seguíamos con nuestro cockatail nos decidimos por el vino, un Pinot Noir del que no recuerdo la bodega pero sí su sabor. Gabriela -la dueña y chef del restó- también se presentó ante todos y nos dio una cálida bienvenida haciéndonos sentir como sus propios invitados: “a disfrutar y comer rico”, fue la consigna.
Quiche de puerro y bacon sobre compota de cherrys – Gabriela Restó
La cena estaba dividia en tres pasos. Una entrada de Quiche de puerro y bacon sobre compota de cherrys, sin duda una de las mejores entradas que comí ya que soy fanático del puerro
Los menúes de la noche eran dos: el primero, medallón de res con ragout de hongos y papas al romero, y el segundo, ñoquis de remolacha y queso de cabra a la manteca de salvia. Mi novia se decidió por lo ñoquis y yo por el primer plato.
Medallón de res – Gabriela Restó
Ñoquis de remolacha – Gabriela Restó
El lomo estaba a “punto caramelo” como lo había pedido y la papa muy crocante, algo que me trae recuerdos y me gusta mucho. También probé los ñoquis y estaban excelentes, llamaba mucho la atención el color rojizo de la remolacha.
Unos platos abundantes y muy ricos que satisfarían a cualquier comensal.
Cuando uno piensa en cenas gourmet de tres pasos se tiene la idea de que es poco o no se va a llenar, pero realmente no es así. Los platos están cuidadosamente diseñados para complacer el apetito de los comensales y dejar un (pequeño) espacio extra para el postre, que en este caso fue un Bavarois de Naranja.
Bavarois de Naranja – Gabriela Restó
Para finalizar la noche recorrimos la parte superior del restó acompañado de una copa de vino espumante, cortesía de Gabriela.
Ricardo -esposo de Gabriela- con muy buena predisposición nos mostró el lugar y nos contó la historia de cómo surgió la idea de un restó a puertas cerradas. Hablamos de muchos lugares, vivencias, y cómo todo eso se combina para crear experiencias gastronómicas con una propuesta innovadora y de mucha pasión.
Podemos decir que fue una excelente noche. Íntima y en un ambiente muy agradable, con una atención muy destacada y cordial… cosas que invitan a volver.
Información del Restó:
Facebook: /apuertascerradasgabriela
Twitter: @restogabriela
Dirección: Grand Bourg 3565
Teléfono: 0342 15-528-6325