Gaia es un vino de hielo de pera elaborado únicamente a partir de peras maduras cosechadas a mano y prensadas a frío. El gran nivel de azúcar concentrado es exclusivamente gracias al frio natural del invierno quebequense, que es lo que aquí se llama “cryoconcentración”. La elaboración y la fermentación a baja temperatura se realiza durante varios meses para desarrollar ese bouquet de perfumes y sabores únicos e incomparables.En nariz me ha seducido por sus notas delicadas de almíbar, de pera y flores blancas. En boca es de una untuosidad sedosa, una dulzura muy suave, nada empalagosa. Es redondo, equilibrado y elegante. Un vino de postre sin lugar a dudas, pero también una interesante opción para acompañar un foie gras, quesos de cabra o azules.Además de ser un producto original, es atractivo en apariencia, delicioso en su esencia y con un nombre a retener. En la Grecia Antigua, Gaia era la diosa madre o la personificación de la Tierra, y lo que hoy llamamos la Madre Naturaleza. Es así que con su nombre, Gaia es también un bello homenaje a la tierra.
Por Marina La Forgia En lo que a mi placer de degustar se refiere, desde que vivo en Quebec tengo la fortuna de sorprenderme y aprender nuevos aromas, sabores, productos, regiones, productores apasionados, historias de vinos y mitos contados en primera persona…mucho, y de todas partes del mundo. Esta “sed” de conocimiento y de búsqueda de novedades insaciable me ha hecho descubrir un nuevo elixir, un vino de hielo de pera elaborado en Hemmingford, a solo 30 minutos de mi casa: Gaia, de Vergers Philion. Su propietario, Hubert Philion, quinta generación de esta familia agrícola, elabora desde el 2004 la prestigiosa sidra de hielo Friga y actualmente suma a su portafolio este vino de pera sublime con la absoluta convicción de que el terruño de suelo pedregoso y el microclima influenciado por la cadena montañosa Adirondack, el rio Saint Laurent, el rio Richelieu y el Lago Champlain ofrecen las condiciones ideales para el cultivo y optima maduración de las frutas como la pera y la manzana.
Gaia es un vino de hielo de pera elaborado únicamente a partir de peras maduras cosechadas a mano y prensadas a frío. El gran nivel de azúcar concentrado es exclusivamente gracias al frio natural del invierno quebequense, que es lo que aquí se llama “cryoconcentración”. La elaboración y la fermentación a baja temperatura se realiza durante varios meses para desarrollar ese bouquet de perfumes y sabores únicos e incomparables.En nariz me ha seducido por sus notas delicadas de almíbar, de pera y flores blancas. En boca es de una untuosidad sedosa, una dulzura muy suave, nada empalagosa. Es redondo, equilibrado y elegante. Un vino de postre sin lugar a dudas, pero también una interesante opción para acompañar un foie gras, quesos de cabra o azules.Además de ser un producto original, es atractivo en apariencia, delicioso en su esencia y con un nombre a retener. En la Grecia Antigua, Gaia era la diosa madre o la personificación de la Tierra, y lo que hoy llamamos la Madre Naturaleza. Es así que con su nombre, Gaia es también un bello homenaje a la tierra. Vergers Philion Gaia Poire de Glace 2015Producto de Quebec - CanadaAlcohol: 11,5%Precio SAQ : $ 19,95 (botella de 200ml)
Gaia es un vino de hielo de pera elaborado únicamente a partir de peras maduras cosechadas a mano y prensadas a frío. El gran nivel de azúcar concentrado es exclusivamente gracias al frio natural del invierno quebequense, que es lo que aquí se llama “cryoconcentración”. La elaboración y la fermentación a baja temperatura se realiza durante varios meses para desarrollar ese bouquet de perfumes y sabores únicos e incomparables.En nariz me ha seducido por sus notas delicadas de almíbar, de pera y flores blancas. En boca es de una untuosidad sedosa, una dulzura muy suave, nada empalagosa. Es redondo, equilibrado y elegante. Un vino de postre sin lugar a dudas, pero también una interesante opción para acompañar un foie gras, quesos de cabra o azules.Además de ser un producto original, es atractivo en apariencia, delicioso en su esencia y con un nombre a retener. En la Grecia Antigua, Gaia era la diosa madre o la personificación de la Tierra, y lo que hoy llamamos la Madre Naturaleza. Es así que con su nombre, Gaia es también un bello homenaje a la tierra.